Difererentes calles de Madrid tienen un desagradable factor en común: sus vecinos están hartos. El barrio en el que han vivido toda la vida se ha convertido en un auténtico infierno, de día y de noche: Ocupas, robos, drogas y prostitución son el factor común en estas calles madrileñas.
En la calle Almansa, en el distrito de Tetuán nos encontramos con un caso insólito: los dueños de un edificio abandonado han decidido pagar a una familia rumana para que eche al resto de ocupas de allí. Los vecinos aseguran que la calle era tranquila... hasta que llegaron los ocupas.
Muy cerca de la calle Almansa, encontramos un caso similar en la calle Palencia, donde los vecinos dicen que hay auténticos guetos. Bloques de pisos ocupados casi por completo. Las peleas y agresiones son constantes.
La calle Montera sigue siendo un epicentro de la prostitución. Como afirman los vecinos el problema es lo que trae consigo: clientes drogados y agresivos. No aguantan más. Algo similar a lo que sucede en la calle La Oliva, donde el menudeo de droga está a la orden del día.
Barrios madrileños que comparten un infeliz día a día y en el que los vecinos ya no aguantan más.