Your browser doesn’t support HTML5 audio

(Actualizado

El Madrid mazo guapo de Nieves Ortiz nos lleva a la antigua fábrica de leche Clesa, cerrada desde 2011 y que será declarada como BIC, bien de interés cultural según anunció recientemente el consejero de cultura, Mariano de Paco. Un referente de la arquitectura industrial del siglo XX del que repasamos su historia en el Buenos Días Madrid que presenta Ely del Valle.

La factoría comenzó su producción en 1962. Clesa, compañía lechera burgalesa, decidió ubicar su fábrica en Madrid en el número 67 de la avenida Cardenal Herrara Oria.

Fue Alejandro de la Sota el arquitecto encargado del diseño de este edificio construido entre 1957 y 1961. Como nos ha explicado su hijo, de igual nombre y también arquitecto, es una de las primeras estructuras españolas realizada en hormigón pretensado, eliminando pilares, en un tiempo en el que en España había escasez de materiales.

Lo que buscó precisamente este arquitecto gallego con sus obras y con este edificio fue el bienestar de quienes lo habitaban, de sus trabajadores. Uno de esos empleados es Andrés Olmedo, ingeniero que estuvo en la planta de Clesa durante 28 años, desde los años 80 hasta el cierre de la factoría y con el que hemos hablado.

También hemos charlado con algunas personas que recuerdan haber visitado aquella fábrica con el colegio y hemos recuperado uno de los anuncios que siguen en la mente de muchos.

Amenazado por la piqueta en varias ocasiones, esta protección es fundamental para intentar conservar y preservar este emblema de nuestra arquitectura moderna, una declaración como BIC que han venido reclamando desde hace mucho tiempo tanto políticos de distinto signo como profesionales y la propia sociedad civil. Ahora falta que el Consejo de Gobierno apruebe que este inmueble forme parte del catálogo de Bienes de Interés cultural.

De momento, en el último consejo regional del patrimonio no se aprobó la incoación del expediente para la declaración de BIC de este edificio, un retraso que preocupa a todas las instituciones que han venido reclamándolo y que es fundamental para garantizar la calidad y el futuro del inmueble.