En Buenos Días Madrid de Onda Madrid, en nuestra sección Algo que contar, nos ha visitado María Isabel Vigiola, viuda de Antonio Mingote.
Isabel Vigiola reconoce que vivir con Antonio era una "suerte enorme". Pese a que falleció hace más de 7 años, su legado sigue muy vivo. Sus dibujos y viñetas decoran los andenes y pasillos de la estación de Metro de Rubén Darío, la más cercana a la histórica redacción de ABC en la calle Serrano donde Mingote publicó desde 1953 hasta su muerte en 2012 con 93 años.
15 cm de viñetas que fueron su seña de identidad y que siguen estando presentes en la versión digital del periódico para el que trabajó hasta el fin de sus días. "Trabajar era su vida, era feliz así. Dibujando, escribiendo, pintando. Decía que, aunque estaba contento y realizado, su sueño era haber podido pintar la Capilla Sixtina y dedicarse a la música", dice su viuda.
Ahora, la figura del emblemático ilustrador viaja por exposiciones itinerantes y es recordada con admiración en su entorno. Porque, dice Isabel, no tenía enemigos. "Se llevaba bien con todos". Y, reconoce que, "cuando hago memoria me digo ¿y yo como podía vivir sin Antonio antes?, "ha sido mi media vida antes y sigue siendo mi media vida".
Durante la entrevista cuenta cómo se conocieron y lo divertido que era. Llegaron a hacerse hinchas de un equipo de fútbol sólo por experimentar el placer de vivir la alegría de los seguidores de los clubes a los que veían por la tele con envidia.