En la sección de Los alcaldes también son humanos hemos invitado al regidor de Morata de Tajuña. Fernando Villalaín, que vive en el pueblo desde que se casó hace 30 años, siempre ha estado ligado a la localidad.
En una charla distendida con Ely del Valle, en el Buenos Días Madrid de Onda Madrid, ha repasado parte de su trayectoria vital y profesional. Padre de un hijo, estudió derecho y trabajó siempre en banca. Amante del teatro, dirige la rondalla monteña, va a clases de bailes de salón y cría pájaros.
En el cuestionario personal al que "le ha sometido" Nieves Ortiz, el alcalde ha contado cuál es su color y número favorito, sus tradiciones para pasar la Nochevieja e incluso ha cantado por Camela.
Morata de Tajuña es una localidad del sureste de la región situada a 40 kilómetros de la Puerta del Sol donde residen más de 8.000 habitantes. Son los Morateños.
Es un pueblo que presume de ser uno de los principales productores de ajo y aceite de la Comunidad, que tiene la mayor cementera de Europa del Sur y de la que emana música por los rincones por su cantidad de coros y bandas.
Famosa por su Pasión, cada jueves santo, desde hace 35 años, el municipio se convierte en una pequeña Jerusalén donde todo el pueblo se vuelca en esta celebración declarada de interés turístico. Y es la única de mundo que si la ves o participas te concede la indulgencia, vamos que se te perdonan los pecados.
La tradicional Feria de la Palmerita
Morata es la capital de la palmera de chocolate con 7 obradores que realizan más de 60.000 kilos al año. Sólo en la feria, que arranca este fin de semana, - y ya van seis ediciones -, se estima que se venden unas 120.000 unidades.
Por cierto que, este domingo, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, recibirá la Palmerita de Oro por su contribución a la promoción de este dulce morateño. Se convertirá así en la primera personalidad que recibe este galardón.
Como en años anteriores, el epicentro de la Feria estará en la plaza Mayor, donde las pastelerías morateñas situarán sus stands para que los visitantes puedan degustar, conocer y comprar las palmeritas.
Allí será donde tenga lugar, el sábado por la mañana, uno de los momentos más emblemáticos de la cita, el reparto de una palmerita gigante elaborada por la pastelería De La Torre, además de la ya tradicional interpretación de la “canción de la palmerita” a cargo de la Rondalla Morateña.
Y ya el domingo, en torno a las once de la mañana, será cuando la presidenta regional reciba el galardón cuyo diseño, a cargo de un artista local, es todo un secreto.
Serán dos intensas jornadas -desde las diez de la mañana y hasta las seis y media de la tarde el sábado, y el domingo desde las diez y hasta las cuatro- para las que el ayuntamiento ha preparado una programación para hacer de la feria una auténtica fiesta y ya de paso amenizar las esperas.
Habrá castillos hinchables, un mercado de artesanía, food-trucks, música en directo, charangas, animación itinerante y hasta un tren turístico que llevará a los visitantes a otros lugares de interés del municipio, como la iglesia parroquial o los museos de la Molinería y de la Batalla del Jarama.
Además, se ha preparado un dispositivo especial de tráfico con zonas de estacionamiento disuasorio para asegurar el aparcamiento a todos los visitantes.