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(Actualizado

El vicepresidente de la patronal de residencias, José María Toro, apunta a un abandono de las administraciones públicas porque “en general, se ha producido una desatención sanitaria en toda España de los mayores que viven en residencias. Creemos que los protocolos que se han puesto en marcha han impedido que se le hayan prestado una atención sanitaria buena, en la situación de colapso sanitario que hemos vivido”.

Colapso y limitaciones

A Juan Pablo Colmenarejo en Buenos Días Madrid, Toro le recuerda que el estudio que manejan es que en las comunidades donde mayor colapso se ha producido, “el resultado ha sido más trágico. Ha sido una crisis sanitaria no social y la respuesta del sistema sanitario ha dado muestras de sus limitaciones. Se ha intentado lo mejor pero no en todos los casos se ha producido”.

“Ante la situación de colapso, y no sólo en Madrid, el planteamiento es que los protocolos con criterios han hecho muy difícil la derivación del mayor porque el perfil que se planteaba para ser derivado a un hospital era complicado de cumplir. De hecho, el 90% de los casos no lo cumplían y nos decía que se atendieran en la residencia, que no está preparada. El problema es que al final se ha producido una situación de mala atención a los residentes”.

“Al final lo que hemos visto es que se ha convertido en una guerra política"

A José María Toro le apena esta situación porque “al final lo que hemos visto es que se ha convertido en una guerra política. Nos preocupa porque planteamos esta comparecencia en el Congreso para ver los fallos y buscar soluciones, y al final, es una guerra entre partidos y esto ayuda poco”.

Las residencias no querían el traslado

Sobre los correos con órdenes de exclusión que hoy publica el diario El País, Toro asegura que “no puedo confirmar que ese correo haya llegado porque no tengo todos los datos”. Y afirma que “es difícil saber lo que ha pasado, y eso que las residencias tramitan a diario toda la información. Desde la visión de una residencia, cuando hemos intentado trasladar a un paciente a un hospital, en muchos casos nos han dicho que no y que fuéramos nosotros los que le diéramos la atención necesaria. Nos hemos sentido bastante solos porque creemos que esa atención no se ha producido o ha sido mala”.

"Las residencias no somos hospitales, somos hogares profesionalizados”.

“En muchos casos, se ha tenido que ir administrando morfina uno a uno, es un tratamiento paliativo para no sentir dolor, y que el médico supervisara. Estos protocolos tienen un sentido cuando el sistema está colapsado y se debe decidir a quien se atiende y a quien no. El médico debe tener una cobertura jurídica y ética. Pensamos que tendríamos que haber avanzado más y haber evitado estos criterios. Nosotros no somos hospitales, somos hogares profesionalizados”.

Ni una sóla reunión con Illa ni con Iglesias

“Hemos pedido una cita con el ministro Illa y con el vicepresidente porque hasta ahora, no hemos tenido ni una reunión en toda esta pandemia, que ha sido la crisis más grave que han vivido las residencias en toda la historia".

"El Gobierno no envió material y no pudimos proteger a nuestro personal. Eso y la falta de test, fueron elementos potenciadores del resultado tan trágico de esta crisis”

"Ha habido una descoordinación sociosanitaria y Sanidad ha tomado decisiones sin tener conocimiento de qué estaba pasando -afirma-. De hecho, en un momento, a mediados de marzo, el ministerio de Sanidad empezó a acaparar material y a pedir informes. Entendimos que lo iban a redistribuir pero se produjo una parálisis y nos dejó de enviar material. No pudimos proteger a nuestro personal. Eso y otras cuestiones como la falta de test, fueron elementos potenciadores del resultado tan trágico de esta crisis”.

Deterioro de los mayores

Y añade, “porque en aquellas residencias donde sí hicieron pruebas, se detectaron a un 30% de asintomáticos. Eso era un riesgo potencial. Hemos visto también cómo los mayores están saliendo ahora de sus habitaciones y el deterioro tan grave que han sufrido por el confinamiento”.

Toro cree que el modelo no es el culpable, sino “que ha sido un problema sanitario porque el virus no ha diferenciado entre residencia pública o privada. Debemos tener una visión global de España y no sólo centrarlo en lo que pasa en Madrid".

"No queremos abrir un debate político, sino una reflexión sobre lo vivido y cómo habría que evitarlo. No creo que haya gobierno que aguante una segunda oleada sin tomar medidas. Como no las tomemos ahora se nos quedará una sensación de frustración. Debemos dejarnos de disputas políticas”, termina.

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