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(Actualizado

Justo el día en el que amanecemos con diez personas atendidas por inhalación de humo residentes de un edificio incendiado en un piso de un bloque de cuatro plantas en Carabanchel, hablamos en el Buenos Días Madrid de Ely del Valle con el director de la Asociación Profesional de Técnicos de Bomberos (ATPB) que nos ha dado consejos para saber actuar ante las llamas y evitar este tipo de siniestros que el año pasado causaron la muerte en España de 249 personas.

Con Gabriel Muñoz hemos analizado estas cifras que corresponden a un informe exhaustivo de la Fundación Mapfre y la ATPB que invitan a la reflexión teniendo en cuenta que la mayoría de los fuegos y de fallecidos podrían haberse evitado.

De esta radiografía se desprende que la mayoría de las víctimas mortales, casi el 70%, estaban en viviendas y que el salón es el lugar más peligroso seguido del dormitorio y la cocina.

El belén y el árbol de navidad en casa, una tradición muy madrileña

Además, el miércoles, según este último informe, es el día con más muertes por fuego (44), seguido del lunes (26) y del viernes (22), algo curioso que no tiene explicación lógica, según Muñoz, ya que en el 75% de los informes desde 2010 los días de más fallecidos eran los viernes y sábados.

Sobre el origen de las llamas, aunque el estudio sólo dispone de esta información en un 55% de los casos, concluye que la principal causa probable fue eléctrica seguida de braseros, estufas y otros productores de calor, algo que dispara la estadística en época de frío.

El brasero de picón es el enemigo número uno para los bomberos

Gabriel ha hecho especial hincapié en el uso del brasero de picón, que, es, asegura, una doble trampa mortal, "por un lado produce muchos incendios porque son los típicos que las personas mayores en zonas rurales meten debajo de la mesa camilla y por otro porque produce monóxido de carbono y si no está bien ventilado el espacio se produce la muerte".

Son utensilios usados con frecuencia por personas mayores, que a su vez, son los más vulnerables, con mayor dependencia y con mayor índice de soledad, algo que también inciden en un mayor número de casos de muertes por este tipo de siniestros. 1 de cada 4 personas que murió en un incendio en España el año pasado vivían solas y un alto porcentaje eran mayores de 65 años.

Mayoritariamente, el perfil de las víctimas son hombres (63%) frente a mujeres y muchos y la franja horaria más peligrosa es de las 4 de la madrugada a las 8 de la mañana. En las horas nocturnas aumenta el riesgo al estar las personas dormidas con menor capacidad de respuesta.

La mayor causa de muerte en un fuego fue por inhalación de humo o gases tóxicos

Para Gabriel es importantísimo tener en casa detectores de humo que nos alerten de posibles fuegos y extintores para poder combatirlos. Un consejo a valorar teniendo en cuenta que puedes morir en cuestión de minutos intoxicado.

A muchos de los muertos en un incendio ni siquiera les toca el fuego

Durante la charla con Ely del Valle, Muñoz ha explicado cómo actuar en función del lugar de la vivienda donde se desaten las llamas. "Si vives en un edificio de varias alturas, si está por debajo de tí jamás salgas a la escalera, pierdes el conocimiento en minuto y medio y mueres en tres minutos".

El director de la Asociación Profesional de Técnicos de Bomberos insiste en no dejar nada enchufado en casa durante la noche, evitar cargar aparatos eléctricos, ni móviles, ni patinetes, y no abusar de las regletas. "De noche sólo debe estar enchufado el frigorífico".

Además, lamenta la falta de información y el retraso de normativas que refuercen la seguridad en este sentido por parte de los gobiernos a los que llevan solicitando desde años la obligatoriedad de detectores de humo en todas las viviendas.

Según el estudio que han realizado, España ha registrado el año pasado la cifra más alta de fallecidos por incendios y explosiones desde 2010. Además representa un incremento del 6 % respecto a 2022, que hasta ahora había sido el año más mortífero con 235 fallecimientos.

Las comunidades autónomas con más víctimas en viviendas fueron Andalucía, con 32 fallecidos; Cataluña, con 31; y la Comunidad Valenciana, con 27. Ceuta y Melilla fueron las únicas regiones que no reportaron muertes en domicilios.