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(Actualizado

El catedrático de microbiología, César Nombela, arroja más luz sobre las vacunas actuales y las que están por venir. A Juan Pablo Colmenarejo en Buenos Días Madrid le explica la razón por la que la de AstraZeneca no está recomendada para mayores. “Se hicieron menos pruebas con ellos. Hay que entender que son vacunas aprobadas por razones de emergencia y que ciertas cuestiones, como puede ser esa, tienen los mínimos exigibles para mostrar total seguridad y eficacia”, afirma.

Los sanitarios, primer colectivo que recibirá la vacuna AstraZeneca la próxima semana

Muchas vacunas

Sobre las vacunas dice Nombela que “nos puede chocar la cantidad de vacunas que hay en el mercado, incluida la rusa que está de camino. Eso, ¿es bueno o malo? En la vida no hay nada al 100% seguro. Esa variedad nos va a permitir atajar la infección de la manera más eficaz posible. En los planes de vacunación vamos a recibir la que nos toque. En un futuro igual quizá se pueda elegir la más adecuada para cada grupo. De momento, no”.

El microbiólogo ahonda en esta cuestión. “Las vacunas que tenemos operando son una puesta muy monográfica. Porque todas van enfocadas a la proteína S, pero ésta puede variar fácilmente. Necesitamos ampliar el espectro. Hay que confiar en que las autoridades regulatorias aprueben los productos y nos asignen los más adecuados”.

Madrid ha administrado más de 250.000 vacunas, de las cuales 70.000 son segundas dosis

“Desde que apareció el virus, conocemos la secuencia completa de su genoma. Esto era impensable hace 5 años. Tenemos toda esa información y vemos un virus con cambios. Son 30 mil nucleótidos que pueden cambiar. La variante británica ha destacado y se ha acabado imponiendo porque se transmite con mayor rapidez. Y puede ser un poco menos sensible y a la inmunidad que desarrollamos con la vacuna, aunque aún no se ha demostrado. Tenemos muchos datos pero aún hay que sacarles sentido”.

Nombela termina con lo que cree es la luz al final del túnel. “Seguir avanzando en el conocimiento, a pesar de las cifras horribles. En los lugares donde creemos que lo tenemos todo controlado debemos seguir usando precauciones. No hay que cerrarlo todo, hay que detectar contagiados, aislarlos, rastrearlos, y a la vez, evitar contagiarnos”.