El Tablao Flamenco 1911, fundado aquel año con el nombre de Villa Rosa, es el protagonista hoy de la sección Madrid Mazo Guapo de Nieves Ortiz dentro del programa Buenos Días Madrid que presenta Ely del Valle en Onda Madrid.
Se trata del tablao más antiguo del mundo y está ubicado en la Plaza de Santa Ana, 15. Conocido como la Catedral del Flamenco, por el han pasado artistas e invitados ilustres dando vida a un lugar con mucha esencia, mucha historia y muchas anécdotas.
Abrió sus puertas hace 112 años, pasando por diferentes manos, etapas y tipos de negocio. Comenzó como una freiduría andaluza y tasca puesta en marcha por tres asistentes taurinos, el banderillero Alvaradito y los picadores Farfán y Céntimo, ocupando el local de un antiguo molino de chocolate.
Trascurrido un tiempo, en los años 20, se transformó en el local más popular del momento de la mano del cantaor jerezano Antonio Chacón, cuya estética se alejaba bastante de la clásica imagen del bandolero.
Chacón, junto al guitarrista madrileño, Ramón Montoya dieron fama al Villa Rosa como sala de reuniones y fiestas flamencas donde no sólo acudían grandes aficionados al género sino que arrastró a aristócratas, señoritos y hasta al propio Rey Alfonso XIII.
Según la leyenda el monarca era un asiduo al reservado de la planta baja al que llegaba a través de un pasadizo subterráneo que unía el Palacio Real con el tablao.
Hasta tres pasadizos había para que los VIPS, los famosetes y pudientes disfrutaran de los espectáculos garantizándose un acceso directo y privilegiado al local o alguna de sus salas sin ser vistos. Hoy, en los sótanos del local se aprecian aún las entradas de estas excavaciones, que llegaron a estar recubiertas con azulejos que adquirió un multimillonario americano que se había encaprichado de ellos. Los compró y se los llevó.
En los 50 y 60 Madrid el local se convirtió en un destino exótico y atractivo para algunos personajes internacionales fascinados por el flamenco de cuya presencia queda constancia en alguna foto de la época. No faltaron el escritor norteamericano Ernest Hemingway, fascinado por la cultura popular o la mismísima Ava Gadner.
El Tablao ha servido de localización de distintas películas tales como La niña de tus ojos de Fernando Trueba y protagonizada por Penélope Cruz y Antonio Resines, Ocho apellidos catalanes o Tacones Lejanos, de Pedro Almodóvar, rodada en los 80 cuando el local era un sitio de copas en plena movida madrileña.
Muchos han sido los artistas del cante, el toque y el baile que desde sus orígenes han pasado por este tablao. Desde Manuel Escacena, Fernando el Herrero, la Niña de los Peines, Imperio Argentina Juanito Valderrama, que, atención, comenzó trabajando de camarero en la sala y fue descubierto de casualidad mientras cantaba en el vestuario del personal. Pero no fue el único gran descubrimiento. Miguel de Molina empezó currando allí de salvacarteras hasta que le dio por cantar cambiando su trabajo en seguridad por los escenarios.
La decoración de este templo del flamenco es extraordinaria. Prueba de ello es la fachada exterior con azulejos y relieves de cerámica del maestro sevillano Alfonso Romero Mesa,- protegida como patrimonio cultural de la ciudad de Madrid- , junto con los mosaicos pintados sobre azulejos que cubren las paredes del tablao que se estructura bajo un entramado de columnas y arcos apuntados inspirados en la Alhambra de Granada que deja a la gente sorprendida cuando mira al techo y ve ese artesonado de arte mudéjar.
Tras la pandemia, llegó el resurgir de este tablao, rediseñado con la mejor acústica posible, que reabrió sus puertas con un nombre que hace honor a su historia, Tablao Flamenco 1911 que a diario ofrece cuatro pases para ver a las grandes figuras del flamenco.