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La Instalación Deportiva Municipal Daoiz y Velarde ni si quiera había sido inaugurada, pero en aquel fatídico jueves 11 de Marzo, abrió sus puertas para acoger a cientos de heridos que los equipos de emergencia traían desde el lugar del atentado, considerado en la actualidad como la mayor acción terrorista de España.

Así, se estableció un hospital de campaña en el interior del polideportivo, ya que este se encontraba muy cerca de las vías del tren situadas en frente de la calle Téllez, donde explotaron cuatro mochilas bomba. Noemí Morera, empleada de mantenimiento del polideportivo, cuenta cómo vivieron sus compañeros esa traumática experiencia, después de la cual, incluso muchos de ellos tuvieron que estar varios meses de baja para recuperarse psicológicamente.

En su interior perdieron la vida 65 personas como consecuencia de las explosiones, pero también tuvieron lugar numerosos actos de coraje y solidaridad de los ciudadanos de Madrid, así como de los Servicios de Emergencia.