A 300 km/h por la M-50: Así son las carreras ilegales en Madrid

Buenos Días Madrid ha tenido acceso a unos vídeos que muestran una peligrosa modalidad de carreras ilegales. Dos vehículos circulan a toda velocidad por la M-50 y un tercero les graba. En este caso, no hay meta. El objetivo no es cruzar primero una línea de llegada sino alcanzar la máxima velocidad, el pico más alto, que puede llegar a los 300 km/hora.

Para las mediciones, se usa un dispositivo llamado Dragy, que utiliza tecnología GPS de alta velocidad y mide con precisión el rendimiento del vehículo.

En estas "lanzadas", así se conoce a estas carreras, no se suele competir por dinero, si bien puede haber apuestas de por medio. "Se hace por prestigio, por huevos", nos cuenta un habitual de estas noches de desenfreno a golpe de pedal.

Se saben en el punto de mira de las fuerzas de seguridad, bien sea Policía Municipal, Policía Nacional o Guardia Civil. Para esquivarles, en los puntos de "quedada", cuentan con un sistema de vigilancia. Hay gente apostada en diversos puntos para dar la voz de alarma.

Pero, sin duda, lo extraordinario es que, en algunas "lanzadas", hay quienes modifican las matrículas de sus coches. Las cambian por placas de vehículos dados de baja o del desguace. Buenos Días Madrid ha tenido acceso a dos fotografías en las que el mismo deportivo lleva matrículas diferentes. También cambian el color de los coches para jugar al despiste con los cuerpos policiales.

Estas competiciones ilegales y de alto riesgo van a más en estas fechas, cuando llega el buen tiempo y anochece más tarde. Las "quedadas" tienen lugar en polígonos como Marconi o en el aparcamiento del Estadio Metropolitano.

Se anuncian por redes sociales y se difunden las ubicaciones "por privado y a última hora para evitar chivatazos", nos cuentan. La mayoría de estos coches que compiten temerariamente tienen el motor trucado. Una práctica irregular y peligrosa que llevan a cabo de forma clandestina en talleres diseminados por Madrid. No sólo corren coches.

También motos. Y es en esta última modalidad donde suelen competir algunos menores de edad. Niños de 15-16 años se juegan la vida por un más que cuestionable "prestigio en redes sociales". También se ha llegado a ver a menores de edad al volante de coches, pero no es habitual.