Juan Rodríguez Garat, almirante retirado de la Armada Española, ha manifestado en una entrevista en Buenos Días Madrid de Telemadrid sobre la guerra de Ucrania que “Putin tiene que decir que ha ganado la guerra antes de parar y para eso tiene que completar lo que él llama en la prensa rusa la liberación del Dombás. Mientras no caiga Mariúpol Putin no tiene nada que ofrecer a su pueblo”.
Rodríguez Garat es una eminencia con gran prestigio como analista en muchos círculos y también dentro de la Armada, en la que ingresó después de estudiar en el Colegio de Huérfanos, y ha asistido a numerosas reuniones de la OTAN durante su carrera.
Analiza la actual situación de la guerra de Ucrania y el hundimiento de un buque ruso que ha anunciado Ucrania. “Nosotros desde fuera tenemos una perspectiva que es como una fotografía de baja resolución. Es cierto que los ucranianos dicen que han hundido un buque ruso y dicen que es un transporte anfibio, si es así debe tener 58 años de edad, por lo cual uno se da cuenta de la paradoja que está ocurriendo que junto a armas fabricadas el año pasado, misiles hipersónicos en pequeñas cantidades, el grueso del ejército ruso es anticuado, viejo y muchas veces con tecnologías obsoletas”.
Señala el almirante que eso “justifica parte de las dificultades”. “Como analista, que lo soy por vocación, yo creo que un ataque a Odesa no tendría sentido, ni en este momento podrían hacerlo porque no tienen a la gente ni reservas y porque han fracasado en la aproximación que pasaría por la ciudad de Nikolaiev, solo podrían hacerlo por mar y un asalto anfibio en esas condiciones sería lo que los militares decimos un suicidio”.
Rodríguez Garat afirma que “no puedo ponerme en lugar de Putin porque no tengo su falta de empatía, pero sí puedo decir que, si yo fuera su jefe de Estado Mayor, le diría que no se puede desembarcar. Para poder realizar un ataque anfibio con éxito hace falta un dominio aéreo que sorprendentemente no han conseguido y un dominio terrestre suficiente”.
Explica el almirante que “las embarcaciones anfibias son muy vulnerables al fuego desde tierra y en Odesa probablemente haya allí más misiles anticarro por metro cuadrado que en cualquier otro sitio del mundo, ya que se han enviado 17.000 misiles anticarro a Ucrania”.
Sobre la evolución que puede tener la guerra en Ucrania se muestra prudente porque “ya se verá dentro de unos días si acierto o no, pero si me pongo en el lugar del jefe del Estado Mayor de las fuerzas de Putin, tendría claro que hay que abandonar ya los planes de conquista de Ucrania”.
Afirma que es probable que “lo fiaran al azar de una caída rápida del gobierno, de que Zelenski hubiese huido de Kiev o de similares circunstancias que no se han producido” y que ahora lo que queda es que “Putin tiene que decir que ha ganado la guerra antes de parar y para eso tiene que completar lo que él llama en la prensa rusa la liberación del Dombás y parte de eso es Mariupol y allí hay una guerra civil desde hace 8 años con apoyo ruso a los separatistas que querían la independencia”.
Por esa razón, señala “la crueldad allí es extrema y se están vulnerando todas las leyes del Derecho Internacional humanitario, Allí se están cometiendo probablemente crímenes de guerra, pero mientras no caída Mariúpol Putin no tiene nada que ofrecer a su pueblo y para un autócrata como él el fracaso es probablemente la muerte como le pasó a Sadam Husein”.
“Los ucranianos no han aceptado la rendición de Mariúpol y ahora están sin alimentos, sin agua y probablemente sin municiones y esa es la apuesta de Putin en esta guerra”, observa.
“La OTAN juzga con razón que una de las razones para usar la fuerza en un conflicto armado, aparte de la justicia de la causa, es la certeza de que no va a provocar uno más daños de los que evita y no creo que ni a los ucranianos les compense el riesgo de una guerra nuclear”, afirma. Destaca el almirante el refuerzo de la OTAN con más batallones en las zonas cercanas al conflicto y más presupuesto.
Sobre si Rusia tiene armas en la recámara, como las químicas, dice Rodríguez Garat que “eso forma parte de la guerra de información en la que se acusan unos a otros, pero un ataque con armas químicas no tiene sentido táctico, ni estratégico, ni político en estos momentos”.
De China desataca que “ha hecho caso a uno de los pretextos que Putin ha utilizado para justificar la invasión que son sus preocupaciones de seguridad. Pero Putin ha falseado sus pretextos y ha dado versiones distintas a su pueblo, a la comunidad internacional, a los intelectuales nacionalistas, suena a algo así como “yo no fui y además fue sin querer”. China es muy sensible al poderío de EEUU en el mundo y la razón puede estar en la postura norteamericana sobre Taiwan”.