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Los vecinos de la urbanización Parque Guadarrama, de la calle Ferrocarril de Móstoles, tienen hasta miedo de salir de sus casas porque en sus puertas no tienen aceras, sino un peligroso carril bici que ya ha provocado numerosos accidentes y atropellos. Han reclamado al Ayuntamiento en varias ocasiones durante varios años, pero la alcaldesa, Noelia Posse, no les hace caso alguno.

Accidentes y agresiones

Los vecinos denuncian esta situación a Telemadrid porque llevan sufriendo atropellos, accidentes, agresiones y disputas. Cuentas que hace poco hubo un accidente, que un ciclista se estrelló contra el coche de un vecino. Dicen que el ayuntamiento, “en vez de regular la velocidad de los ciclistas, ha puesto señales de prohibido aparcar a los vecinos”.

Dicen, además, que les amenazan con denuncias, sin haberles habilitado un sitio donde aparcar, ya que no tienen otro sitio en la urbanización.

Ciclistas a toda velocidad

La mayoría de los ciclistas cuando enfocan la bajada de la calle, lo hacen a toda velocidad y eso a pesar de que se indica que es una zona compartida y que la velocidad es de 10 km máximo. Raquel, una de las vecinas, cuenta que su hija sufrió un atropello y acabó en el hospital. “Fuimos a comisaría y nos dijeron que la denuncia se iba a quedar en nada porque como el ciclista no tenía matricula…”

Cartel con limitación de velocidad | TELEMADRID

Cuenta otra vecina a Telemadrid que “hace un mes, mi marido le dijo a un ciclista que fuera más despacio e intentó agredirle, porque salieron más vecinos que si no le pegan”. Según denuncian las disputas y agresiones a los vecinos son continuas.

Ni caso por parte del Ayuntamiento

La calle Ferrocarril es una vía urbana, pero el ayuntamiento de Móstoles “metió un carril bici vía verde al paso de las puertas de las casas” y no atiende sus demandas: “Hemos mandado peticiones y varios escritos y no han hecho nada”.

Los vecinos piden que los ciclistas no pasen a toda velocidad “porque ponen en peligro la vida de los peatones y los vecinos”. Entre los vecinos han contratado un abogado para resolver el problema porque se sienten desamparados y con el peligro constante en la puerta de sus casas. No pueden ni dejar salir a sus hijos a jugar a la calle.