Bronca en un autobús de Madrid después de que una pasajera decidiera presentar una reclamación por el retraso que registraba el vehículo, de unos 10 minutos, al llegar a su parada.
El caso es que con la reclamación el autobús tuvo que permanecer parado durante más de media hora, provocando la queja del resto de viajeros.
"Tengo el derecho de reclamar", decía la mujer al resto de viajeros mientras rellenaba la hoja que le había facilitado el conductor para presentar su queja.
Pero los viajeros no llevaron bien la actitud de la mujer. "Yo tengo el derecho a no llegar tarde pagando lo mismo que todos", responde un hombre.