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El confinamiento por el coronavirus no había logrado terminar con el trasiego de clientes en el número 127 del Paseo de las Delicias, donde hay pisos dedicados a la prostitución y, según los vecinos, durante estos días seguían viendo a hombres que salían y entraban.

No obstante, la Policía desplegó un dispositivo para frenar la actividad y el portal del edificio ha quedado cerrado, como ha podido comprobar Telemadrid.

Hasta la semana pasada había personas que acudían al burdel, pero la Policía lo cerró, dicen los vecinos.

El proxeneta huyó

Ahora el portal está cerrado con un candado y hay un cartel. Escrito a mano, en él pone que “no se reciben clientes desde que el presidente mandó cerrar”.

Dice una vecina que el proxeneta que llevaba el burdel “se fue corriendo”. La Policía Nacional no baja la guardia para impedir la entrada y salida del prostíbulo y hay coches patrulla en las inmediaciones.