Clan de 'Los Gordos': "Nos tienen miedo, pero ya no vendemos droga"

Adela y Juan José son la matriarca y el patriarca del temido clan de 'Los Gordos', quienes han hablado en exclusiva con Buenos Días Madrid para explicar la situación en la que se encuentran.

El matrimonio, que estaba al frente del conocido clan, reconoce que en el pasado se dedicaron al narcotráfico, por lo que fueron condenados a 19 años de cárcel y tenencia a grupo criminal. Una condena que están terminando de cumplir en su casa en régimen abierto.

"Nos tienen miedo, pero ya no vendemos droga", afirman a Buenos Días Madrid y aseguran que ese tipo de vida forma parte del pasado y que no tienen nada que ver con los narcopisos que hay en cuatro viviendas de dos inmuebles del barrio de Moratalaz. Una de las viviendas en las que los vecinos aseguran que es un punto de droga es la de Susana, quien estuvo casada con el ahijado de de los patriarcas de 'Los Gordos'.

Los cabecillas del clan de 'Los Gordos' afirman tajantamente ante las cámaras de Telemadrid que no tienen nada que ver con los narcopisos que hay en un edificio en la calle Arroyo de la Media Legua. "Ya hemos pagado mucha condena. Si ahora viene la policía, no tenemos ni una pistola", nos dice Adela, la matriarca del clan, y que lo que quieren es "paz y reinsertarse".

Sin embargo, la matriarca del clan no olvida lo que les está pasando estos días en los que todo el mundo les señala como una familia peligrosa. "Sí quiero hacer daño a todo el que me lo está haciendo a mi y si no es con las manos, será con la boca" nos dice tajante.

Tanto Adela como Juan José están seguros que todo es una venganza por parte de una rama familiar que se quedó a cargo del "negocio" de droga cuando ellos entraron en prisión. A partir de ese momento, siguieron utilizando el nombre de "Los Gordos" para poder captar mayor clientela. "Queremos que nuestra cara y nuestro nombre quede en el olvido", reclama el patriarca del clan.

Miedo de los vecinos

Adela y Juan José se han lamentado ante las cámaras de Telemadrid de tener miedo a salir por las informaciones que se están publicando en las que se les señala como un clan peligroso. No niegan que en el pasado vendían droga en la Cañada Real, pero no quieren que lo que ellos hicieron hace años perjudique a sus hijos y nietos.

Los vecinos de estos inmuebles del barrio de Moratalaz tienen miedo por cómo ha aumentado la inseguridad de la zona, los destrozos que se han producido en sus portales y el trasiego de toxicómanos que acuden en busca de droga.