Uno de los temas más polémicos del ‘Cara a Cara’ entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo es el compromiso del Gobierno con la Comisión Europea sobre movilidad sostenible y financiación del transporte e introducir un mecanismo de pago por el uso de carreteras a partir de 2024, en línea con el principio de “quien contamina, paga".
A pesar de que el presidente del Gobierno lo desmiente rotundamente afirmando que se trata de un “bulo”, la Unión Europea ha confirmado que esta medida aparece en el plan que fue aprobado tanto por Bruselas como por los Estados miembros y aparece ligado, en concreto, al desembolso del quinto tramo del plan, que asciende a más de 8.000 millones de euros.
¿Cómo afrontarían los conductores españoles el pago en estas carreteras públicas?
“Me parece terrible, estamos en un país en el que lo único que hacemos es pagar, trabajamos para pagar impuestos”, afirmaba uno de los conductores de la A-4, una de las carreteras que pasaría a ser de pago.
Aun no se conocen los detalles de la funcionalidad de estas nuevas autovías de peaje, pero, todo apunta a que se instalarían unos lectores de matrícula y que se abonaría un importe en función de los kilómetros recorridos, es decir, un gasto extra que se tendría que ir en cuenta, por ejemplo, al ir de vacaciones.
Esta medida también repercutirá en el ciudadano que no utilice el coche al incrementarse el precio de los productos de la cesta de la compra que viajen por carretera.
“Al final el ciudadano, el usuario final, es el que va a pagar por todo, las grandes empresas no van a perder porque lo van a repercutir en el consumidor”, añadía este conductor indignado.
“Esto va a afectar en la economía de las pequeñas y medianas empresas y los conductores” , declaraba un trabajador de la carretera, otro colectivo afectado por esta, supuesta, nueva medida.