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Tensión en la calle Ponzano. Los vecinos dicen que cada noche es más difícil conciliar el sueño. Su tranquilidad choca frontalmente con los negocios de la zona que intentan sobrevivir en plena pandemia. Sólo en el entorno de la calle Ponzano hay cerca de 40 terrazas. Los vecinos aseguran que la situación está fuera de control: ruidos, suciedad e incumplimiento de las normas tanto en el cierre como por parte de los clientes, sin mascarilla y sin distancia social.

La salud en riesgo

Pilar Rodríguez, presidenta de la Asociación ‘El Organillo’ de Chamberí, dice a Telemadrid que no sólo están los ruidos y la suciedad, sino que también está en riesgo la salud del vecindario “porque estamos en una zona de Madrid que tiene las aceras muy estrechas y que es imposible cuando los bares se llenan de gente que los vecinos pasen por ellas".

Pilar Rodríguez, presidenta de la Asociación ‘El Organillo’ de Chamberí | TELEMADRID

"Cuando la gente sale, sobre todo de jueves a domingo por la tarde, que es cuando están absolutamente a rebosar, pues la gente no sale a la calle, porque tenemos que pasar por una acera de menos de tres metros al lado de las terrazas que la han invadido. Estamos preocupados por eso”.

Botellones a deshoras en las terrazas

“Hay gente que se queda consumiendo en la calle, hemos denunciado que hay terrazas que no quitan el mobiliario por la noche y se queda la gente y lo usa para hacer sus botellones, y tenemos detectados locales que echan el cierre pero la gente se queda dentro y luego a la una o una y media empiezan a salir en manada”.

Además señala Rodríguez, “tenemos problemas de medio ambiente no sólo por el ruido sino por la falta de aparcamiento, han quitado 90 plazas de aparcamiento de residentes en la calle Ponzano y aparcar es imposible, y se han llenado todas las terrazas de estufas”.

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Por su parte, los hosteleros dicen que ellos también tienen que sobrevivir, que la facturación ha caído y que en las terrazas la gente está más tranquila.

Amenazas de algunos hosteleros

“Cómo no lo vamos a entender –dice Rodríguez – nosotros somos ciudadanos. Hay gente que lleva aquí toda la vida, que tiene buena relación con los vecinos y que procuran cumplir, pero hay otros hosteleros que han amenazado a los vecinos con el ‘sé donde vives’ o ‘te voy a cortar el cuello’, o sea cosas así, hay peleas. Pero nosotros también nos tenemos que levantar a las 6 de la mañana para ir a trabajar y nuestros hijos no pueden ni estudiar”.

Dicen que en la calle Ponzano está “la terraza más larga de Madrid”, debido a la acumulación de ellas en una sola calle. Son terrazas que se han ido montando en los últimos meses con motivo de la pandemia de coronavirus, y eso hace cada día más difícil la convivencia entre los vecinos y los hosteleros.