Un equipo de la Universitat Politècnica de València y el Centro de Investigación Biomédica en Red de Bioingeniería, Biomateriales y Nanomedicina, en colaboración con el Instituto BAM de Berlín, ha desarrollado un nuevo test que permite detectar de forma "rápida, sencilla y barata" la presencia de burundanga y droga caníbal, una muestra de saliva o bien diluida en cualquier bebida.
Y es que, según recientes estudios, las agresiones sexuales con sumisión química de las víctimas suponen ya el 20,9 por ciento de los casos. La principal droga utilizada en estas violaciones es el alcohol, si bien los agresores emplean también otras sustancias psicotrópicas, como la escopolamina (SCP), más conocida como burundanga, que es muy difícil de detectar porque su rastro desaparece de forma muy rápida en el organismo.
El nuevo test ideado por los investigadores del Instituto IDM de la UPV, el CIBER-BBN y el BAM permite detectarla rápidamente, "en apenas quince minutos". Para ello, se ha diseñado una tira reactiva sobre la que se deposita un nanosensor basado en nanopartículas cargadas con un indicador fluorescente (rodamina B) y funcionalizado con una puerta molecular que responde específicamente en presencia del estupefaciente. Para su lectura se utiliza algo tan cotidiano como un teléfono móvil.