Desahucian en Fuenlabrada a una mujer víctima de violencia de género y a su familia

En la segunda ocasión se ha procedido al desahucio de María Teresa y su madre de su casa de Fuenlabrada. El 30 de octubre pasado ya se intentó el lanzamiento pero la presión de vecinos y colectivos antidesahucio lo impidió.

María Teresa, Maite como la conocen en su barrio, no ha podido hacer frente al pago de una deuda contraída con una empresa prestamista. Su madre había puesto la vivienda familiar de la calle Nazaret como aval para que Maite pudiera montar un bar y así conseguir ingresos para la familia.

Maite ha narrado que su exmarido comenzó a maltratarla en 2015, incluso en el interior del bar. Tuvo que dejar el trabajo y el bar pero el crédito que le concedieron para montarlo pendiente de pago.

Se quedó sin ingresos y la deuda se fue acumulando. A finales de ese año le reclamaron un pago de 2.000 euros a los que no pudo hacer frente. A principios de 2016 intentaron subastar la vivienda pero se paralizó hasta el año 2019.

En la subasta tres sociedades (Ovigest Consulting, Triple del Gironés y Mustus Finance) resultaron adjudicatarias. Maite dice que intentado llegar a un acuerdo con los acreedores para ir pagando poco a poco la deuda pero no lo ha logrado.

La sociedad Mustus Finance ya ha sido objeto de denuncias por parte de varios clientes en Cataluña, donde ha realizado algunas de sus operaciones, según publica El Triangle

La deuda que le reclaman en la actualidad asciende a 27.000 euros. Sólo tienen como ingresos la pensión de 400 euros de su madre, una ayuda de la Comunidad de Madrid de 268 € y un subsidio de 430 €.

"Buscaremos otra casa en Toledo o en Guadalajara porque aquí los alquileres están muy altos"

Servicios Sociales del Ayuntamiento de Fuenlabrada han puesto a disposición de Maite diversas soluciones, según han manifestado a Telemadrid.es. Desde una vivienda al pago de un alquiler de manera transitoria. La concejal fuenlabreña de Servicios Sociales tenía previsto reunirse con Maite tras el desahucio.

Maite, sus dos hijas y su madre tratarán de buscar otra casa "en Toledo o en Guadalajara porque aquí los alquileres están muy altos", comenta mientras reúne sus pertenencias en la acera, frente a la casa en la que vivió su madre durante 45 años.