Todo arranca cuando Teresa Cunillera, Delegada del Gobierno en Cataluña, se muestra partidaria de conceder el indulto a la cúpula del procés siempre y cuando los condenados acepten la sentencia y soliciten el perdón de las penas. A continuación varios ministros de Pedro Sánchez, entre ellos Meritxell Batet de Política Territorial, corrigen a Cunillera y aseguran que el Gobierno no anticipa escenarios que no sabe cuándo se darán.
La vicepresidenta Carmen Calvo abre una nueva vía y reconoce que no tiene sentido mantener la presión preventiva y finalmente el presidente Sánchez no se pronuncia sobre posibles indultos, aunque confiesa que se debe hacer política y apela a la empatía para restablecer la convivencia en Cataluña.
Insulto, no alargar la prisión preventiva, tener puentes políticos con Cataluña. La pregunta en nuestra ‘Réplica’. ¿Dejarías en libertad a los presos políticos?