Este miércoles han aparecido varios corderos fuera del recinto vallado en el que tendrían que estar en la Ciudad del Santander.
Al parecer, la valla tiene agujeros y el pastor que está al cargo, según la asociación Villanimal, no se ocupa como debería del rebaño y se escapan hasta las cercanías de la M-50. "Los corderos están solos porque se han dormido", se defiende el pastor.
Según afirma la asociación denunciante, la situación se lleva produciendo desde hace más de un mes y creen que si se no se soluciona podría haber un accidente mortal si alguna de las ovejas acaba en M-50. Un choque con alguna de ellas a la velocidad a la que van los vehículos puede tener consecuencias trágicas.
Según la Asociación Villanimal, el pastor es de Villaviciosa de Odón, pero los terrenos en los que están las ovejas son de Boadilla del Monte.
El pastor está denunciado por ellos por abandono y malos tratos, dejación de funciones y por falta de auxilio entre otros cargos.
“Cómo no va a estar cabreado si hemos venido aquí y le hemos puesto la cara colorada”, denuncia Ana.
Reconocen que la profesión de pastor es muy dura y se pasa mucho tiempo en soledad pero creen que no está capacitado para cuidar del rebaño. “En la denuncia están puestos los informes de la ovejas. La comunidad de Madrid tiene que venir con un veterinario de la Complutense para ver si están vacunadas, disponen de un sitio para comer y beber".
"Yo hago mi trabajo"
"No saben nada más que fastidiarnos a los demás. Señora, yo llevo la oveja a la clínica. Yo hago mi trabajo", replica el pastor de Villaviciosa.
Además, alguna de las ovejas no están marcadas ni identificadas como deberían y eso es ilegal. En numerosas ocasiones ellos han tenido que rescatar a varios corderos, alguno de ellos en estado moribundo, que finalmente tenía que ser sacrificado por los veterinarios al que lo llevaron, pero el pastor dijo que se lo llevaba él y haría lo que tuviera que hacer. Desde la asociación, no saben cómo se desharía del animal. Aseguran que han tenido que rescatar a otros con alguna pata rota y a otros se los han tenido que llevar a un santuario animal.
Afirman que no puede ser que cada dos por tres la Policía reciba llamadas diciendo que hay ovejas pegadas a la M-50. La situación también la conocen en el Observatorio de la Trashumancia al que consideran en parte responsable de esta situación.