Desalojan los narcopisos okupados de la calle José Garrido de Carabanchel
Fin a la pesadilla de los vecinos tras diez años de okupación, peleas, amenazas, robos, drogas y suciedad en el barrio
La Policía Nacional ha efectuado el desalojo de los dos narcopisos de la calle José Garrido de Carabanchel que pone fin a la pesadilla que los vecinos han vivido hasta ahora tras diez años de okupación, peleas, amenazas, violencia, drogas y suciedad en el barrio.
Desde las 4 de la madrugada de este martes los agentes se han desplegado en esta operación para el desalojo de los okupas tras disponer finalmente de la orden judicial.
Una orden que ha tardado años para desesperación de los vecinos que han visto su vida amargada a diario por los okupas y toxicómanos y los robos que cometían muchas veces cuando los padres llevaban a sus hijos al colegio, un centro escolar cercano a estos edificios okupados.
Aplausos a la Policía
Cuando ha comenzado el desalojo con la llegada de la Policía los vecinos asomados a las ventanas han comenzado a aplaudir a los agentes, algunos incluso emocionados porque la operación de desalojo supone el fin de su pesadilla y que el barrio pueda recuperar una vida normal y se pueda pasear por la calle sin miedo, algo que habían perdido.
La llegada de la Policía “Es un día para marcar en el calendario, estamos muy contentos –dicen los vecinos a Buenos Días Madrid-- Vamos a estar muy atentos para que no vuelvan y estamos todos los vecinos como locos, a punto de celebrarlo cuando pase", señalan.
¡Vamos a poder dormir, descansar, salir a la calle, todo!“, dicen con alegría. Los vecinos agradecen también “a todos los medios que lo habéis hecho visible”.
El comisario de Carabanchel ha explicado que han estado llevando a cabo una investigación se han quedado en los alrededores con sus bultos en la acera, mientras la Policía sigue vigilando los dos edificios.
Estos okupas, muchos de ellos toxicómanos, robaban a las madres cuando acompañaban a sus hijos al colegio y a quien fuera que pasara por los alrededores, con lo que los vecinos han vivido atemorizados y ni siquiera podían protestar porque les amenazaban.
Hartos de la okupación y el nacrotráfico, y cacerola en mano, los vecinos de Carabanchel han protestado durante años denunciando las peleas, agresiones a personas mayores y la inseguridad, la Insalubridad total y el consumo de drogas en la calle José Garrido.
El dispositivo especial de la Policía desplegado va a permanecer hasta el desalojo completo de los edificios y hasta que se tapien sus entradas para evitar que los okupas vuelvan cuando los agentes se marchen.
Consumiendo drogas
El desalojo se ha producido sin altercados y se han intervenido un táser, armas simuladas y restos de sustancias estupefacientes.
En el interior de los inmuebles, los agentes han encontrado a gente consumiendo drogas, gran suciedad y un destrozo absoluto de las viviendas.
En total, la Policía nacional ha desalojado 31 viviendas de los dos edificios. En esos mismos bloques, a principios de este año, fue identificado por la Policía Nacional Miguel Ricart, el único detenido por el crimen de las niñas de Alcàsser, que era uno de los usuarios de esas viviendas.
En el dispositivo han participado miembros de la Unidad de Intervención Policial (UIP), de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR), del Grupo Operativo de Intervenciones Técnicas (GOIT), de la Brigada Provincial de Extranjería y los Medios Aéreos.
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