La Guardia Civil ha detenido a 36 personas e investiga a otras seis por el robo de 34.215 metros de cable en las provincias de Ávila, Valladolid, Córdoba y Sevilla. El cobre extraído estaría valorado en casi dos millones de euros.
Según informó este viernes el Instituto Armado, a los arrestados en la ‘operación Ascia’ se les imputan los delitos de robo con fuerza, daño, incendio forestal y pertenencia a grupo criminal.
Esta actuación se inició tras intensificarse el pasado verano los servicios de prevención ante robos de cable de telefonía.
Así, mientras se realizaba un dispositivo de vigilancia en la provincia de Ávila, se sorprendió en febrero a dos individuos cortando tendido de cable telefónico en la N-110, en la localidad de Padiernos.
Tras huir del lugar, los sospechosos fueron interceptados y detenidos con un total de 870 kilogramos de cableado de cobre, que fueron intervenidos.
PELIGRO DE INCENDIO
Posteriormente, otra patrulla de la Guardia Civil sorprendió a dos personas cortando cableado de cobre en otra zona un poco más alejada de Padiernos, que, tras las diligencias oportunas, fueron puestos a disposición judicial por dichos hechos.
Seguidamente, los investigadores averiguaron los lugares donde se efectuaba la quema del cable y sorprendieron in fraganti a las dos personas que ya fueron detenidas y a un tercer individuo quemando cableado en la localidad de Vicolozano (Ávila).
Los implicados estaban vulnerando además normas medioambientales, con el riesgo añadido de incendio forestal.
Los principales responsables hacen un primer viaje para localizar las zonas óptimas en donde poder actuar, preferentemente en lugares donde los postes de las líneas telefónicas discurren paralelamente a las carreteras secundarias.
Una vez inspeccionados las ubicaciones idóneas, contratan a personal y se organizan y distribuyen en grupos, trasladándose en furgonetas a las zonas señaladas, principalmente en horario nocturno.
EN SITIOS APARTADOS
Con diferentes herramientas, cortan varios centenares de metros de cables. Posteriormente otros los trocean en grupos de dos metros aproximadamente -para su mejor tratamiento y traslado- y otros los trasladan a las furgonetas.
Cuando consideran que han recogido suficiente, se dirigen a espacios apartados y ya ubicados anteriormente donde queman el exterior de los cables para así facilitar la extracción limpia del cable de cobre.
Posteriormente, trasladan el material a intermediarios y a chatarrerías ya concertadas, donde se lo compran y blanquean de forma ilegal. De esta forma se obtiene el beneficio económico fuera de los cauces legales.
Han sido esclarecidos un total de 38 hechos delictivos dentro de la provincia de Ávila. De ello, se ha recuperado 13.108 kilos de cobre.