La Policía Nacional ha detenido a un hombre que se aprovechaba de la enfermedad degenerativa que padecía en su pierna para acceder a hospitales y clínicas utilizando una muleta y hurtar "al descuido" en estos centros de varios distritos de Madrid, ha informado la Jefatura Superior de Policía de Madrid.
Se le imputan once delitos
El detenido, ya puesto a disposición judicial, tiene 58 años y se le imputan un total de once acciones delictivas en varios centros sanitarios y un gimnasio. Accedía a los hospitales y clínicas valiéndose de su minusvalía para pasar desapercibido auxiliándose con una muleta. Además de sustraer distintos efectos, con alguna de las tarjetas bancarias llegó a cometer varias estafas.
La investigación comenzó a finales del mes de agosto, cuando los agentes analizaron varias denuncias que respondían al mismo modus operandi: hurtos al descuido cometidos en centros sanitarios por un varón que usaba una muleta.
Una vez que los agentes identificaron al individuo, comprobaron que padecía una enfermedad degenerativa en la pierna y que utilizaba una muleta, con la cual pasaba desapercibido en el interior de los centros de salud.
Hurto al descuido
Ya dentro, aprovechaba el estado convaleciente de sus víctimas para hurtar al descuido distintos efectos, llegando a robar a enfermos que estaban recibiendo tratamientos oncológicos. De este modo, realizó varias estafas usando tarjetas bancarias de algunas de sus víctimas, con las que hacía compras por pequeñas cuantías.
Los agentes se percataron de que el sujeto identificado como presunto autor de los hurtos coincidía con el denunciado por un robo en la taquilla de un gimnasio.
También robó en un gimnasio
Los investigadores constataron que el detenido logró entrar en un gimnasio para robar en la taquilla de un cliente diversos objetos, valorados alrededor de 7.000 euros en conjunto, entre ellos, un reloj de 4.200 euros.
Además, detectaron que había vendido en un local de compra venta de oro el reloj robado en el gimnasio, el cual fue localizado, incautado y entregado posteriormente a su legítimo propietario. El valor total de lo sustraído, entre centros sanitarios y el gimnasio, gira en torno a 12.000 euros.