La situación social y los problemas derivados de la huelga de transportes y la guerra de Ucrania están trayendo como consecuencia la falta de materias primas y dificultades en la distribución en los Bancos de Alimentos, que afectan ya a la entrada de productos en los almacenes tanto de cesta básica cómo, en especial, de productos frescos. Desde principios de mes están tirando de stock y si la situación se prolonga, las reservas se podrían agotar en 10 ó 15 días.
Están distribuyendo un 80% menos de frutas y hortalizas de lo habitual y, en derivados lácteos, la distribución es casi inexistente.
De otros productos de cesta básica han tenido que reducir la cantidad que entregan para intentar salvar la situación. En otros como el aceite, el arroz o la pasta, se empieza a romper el stock.
Por otro lado, es una realidad que empieza a incrementar el número de beneficiarios que atienden las entidades benéficas, entre ellos refugiados ucranianos y personas que residen en la Comunidad de Madrid, que se suman al grupo de personas en pobreza, y que ya no pueden hacer frente a sus gastos por el impacto de la inflación y la consecuente subida de precios.