El Rey Felipe VI acude a la Basílica de Jesús de Medinaceli para cumplir con la tradición
Ha participado en el besapié que se celebra cada primer viernes del mes de marzo
Foto: REDACCIÓN |Vídeo: Telemadrid
TELEMADRID
El Rey Felipe VI ha acudido este viernes por la mañana, sobre las 10:15 horas, a la Basílica de Jesús de Medinaceli para cumplir con la tradición y venerar la imagen del Cristo con más devotos. El año pasado fue la Reina Letizia la que visitó este lugar.
El Rey ya adoró en 2018 la figura del cristo nazareno, con fama de milagrosa, y veinte años después de que lo hiciera junto a la princesa Letizia en puertas de su boda, ha regresado al templo donde miles de madrileños y de personas procedentes de otras ciudades peregrinan cada primer viernes de marzo.
Con los acordes del himno nacional interpretado por el órgano, el jefe del Estado ha accedido a la iglesia entre los aplausos de los devotos, a los que ha saludado mientras avanzaba por la nave central.
Al llegar a la talla, se ha santiguado y se ha inclinado para besar el pie derecho, y a continuación, ha vuelto a persignarse.
Junto a Benjamín Echeverría, superior provincial de los frailes capuchinos, orden que custodia la imagen del popular cristo, Felipe VI se ha situado frente al altar de la basílica y tras un instante de recogimiento, se ha santiguado por tercera vez.
La visita, de unos veinte minutos, se ha completado con un encuentro en la sacristía con los padres capuchinos y algunos miembros de la Cofradía de Jesús de Medinaceli.
El Rey ha lucido el cordón con la medalla de esclavo de honor que la hermandad le concedió en 2018.
En las tres últimas ediciones -en 2021 no hubo veneración debido a la pandemia-, fue la reina Sofía la que representó a la Casa Real y en 2019, lo hizo la infanta Elena.
Además de cuando fue con doña Letizia, don Felipe besó por primera vez la talla de Jesús de Medinaceli en 1996, con 28 años.
La emblemática figura se esculpió en Sevilla en la primera mitad del siglo XVII por encargo de los duques de Medinaceli y en 1682 se trasladó a Madrid después de que fuera recuperada de los musulmanes. De vuelta en Madrid, se depositó en una pequeña ermita situada en lo que hoy es la basílica y se instauró la costumbre de besar el pie del Cristo el primer viernes de marzo como muestra de devoción
Felipe VI ha sido despedido con gritos de 'Viva el Rey' y 'Viva España'. Antes de subirse al coche oficial, el Rey ha saludado afectuosamente, dando la mano a muchos de los madrileños que se encontraban en la calle Jesús, a las puertas del templo.