Ya se trate de lavadoras, de ordenadores o de teléfonos móviles, después de los años del "comprar, usar y tirar", el imperio obsolescencia programada se está poniendo en cuestión. Sea por la crisis económica, lo cierto es que cada vez abren más negocios de reparaciones de productos electrónicos que se estropean.
Ahora se impone la filosofía de la economía circular, de reparar: además de generar empleo en los profesionales que se especializan en averías, supone un ahorro para los bolsillos del consumidor.
Buenos Días Madrid, ha hablado con Pedro Quilón, propietario de Jeikar, una tienda especializada en la reparación de televisiones y ordenadores. Su propietario lleva muchos meses observando la tendencia y viendo cómo los consumidores optan por la reparación para reducir el presupuesto de las familias en tecnología.
Un ahorro para el bolsillo dando una segunda oportunidad a los artículos averiados.