El reloj de la Puerta del Sol se pone a punto para las campanadas

Pedro Ortiz, de la relojería Losada, junto a un equipo de expertos, es uno de los maestros relojeros encargado de poner en marcha el funcionamiento del mítico reloj de la capital. Se trata de una pieza única, artesana y original, “en 1866 la relojería Losada se lo regaló al pueblo de Madrid”, comenta Pedro.

Durante todo el año, el reloj tiene un mantenimiento exhaustivo por tener una maquinaria de una gran precisión gracias a una rueda de escape especial, “todos los sábados uno de nosotros viene a comprobar su precisión, que esté conectado con el Observatorio Astronómico, comprobar los puntos de engrase y que todo esté como tiene que estar”, explica el experto.

Cuando faltan 26 segundos para las campanadas, un trabajador tiene que activar la palanca a mano para que caiga la famosa bola que nos indica el comienzo de la cuenta atrás comenzando con los cuartos, es el único mecanismo que funciona de manera manual.