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La okupación se ha convertido en un preocupación creciente: solo en el último año se ha disparado un 300 por 100 la demanda de instalación de alarmas. Y 2 de cada 10 personas que lo han hecho reconocen que ha sido por temor a la okupación de su vivienda o su segunda residencia.

El 50% de los españoles encuestados no sabe que una casa que cuente con una alarma instalada no puede ser okupada, porque la intrusión es considerado delito de allanamiento de morada, recogido en el artículo 202 del Código Penal, y la policía puede actuar de inmediato, desalojando a los ocupantes.

La clave es el tiempo, porque pasadas las 48 horas ya se considera una okupación o usurpación del inmueble, que es un delito más leve.

La 'okupación', un problema

Según datos del Ministerio del Interior, la cifra de okupaciones entre enero y noviembre del 2022 fue de 15.587 en total, siendo Barcelona la ciudad con más delitos registrados, ascendiendo a 4.875 durante este periodo. En el caso de Madrid, las okupaciones ascienden a 1.405.

Raúl Fernández Silgado, experto en Seguridad de ADT, aporta un dato impactante: "Desde 2016 las denuncias por okupación aumentaron un 40%".