Ricardo Darín vuelve con 'Escenas de la vida conyugal' en los Teatros del Canal y con este motivo el actor repasa su trayectoria con Amalia Enríquez en el programa Buenos Días de Telemadrid, una entrevista en la que asegura que se ve capaz de perdonar una infidelidad.
Darín protagoniza sin dificultad a hombres con relaciones de pareja complicadas como es el caso de esta obra que le mantendrá en Madrid hasta final de año.
Muy pasional
Sobre el amor, cree el actor argentino que cuando eres joven hay como “una sobredosis de atención sobre uno mismo”. Sin embargo, luego “uno empieza a abrirse al mundo y si tiene la suerte de encontrar a alguien con quien compartir el camino de la vida dejas de ser uno para ser dos”.
Darín se confiesa “muy pasional todavía”. Entre risas asegura con ironía que su mujer “está encantada” y que muchas veces “me saca de encima, diciendo basta”. Vuelve a reír y ya más serio declara que “ella es un genio, es todo lo que está bien en este mundo”.
Decepciones e ingratitudes
Con el paso del tiempo señala Darín que las decepciones y las ingratitudes “te enfrían un poco y te hacen ser más cerebral”. “Yo lucho contra eso –añade- pero siento que el paso del tiempo me ha convertido un poco más en… no sé si el término es intolerante, pero antes me ponía siempre en el caso del otro y ahora pienso que por qué voy estar yo siempre a cargo de eso”.
Cuenta que Juan, su personaje en 'Escenas de la vida conyugal', no quiere prolongar en el tiempo “una sensación de falsedad e hipocresía, toma un camino y decide contárselo a su mujer que es a quién verdaderamente ama”.
Perdonaría una infidelidad
Preguntado sobre si volvería a confiar después de una infidelidad, el actor argentino asegura que “Es que yo nunca confío, no confío en nada, principalmente en mí mismo, por eso estoy dispuesto a aceptar lo que venga”, por lo que “yo perdonaría una infidelidad”.
Cree Darín que “no se trata de uno” y que por eso todos merecen segundas oportunidades, porque “si uno comete un error no necesariamente es responsabilidad de él o ella, hay que ver si el otro está capacitado reconocer su participación en eso, siempre es más fácil echarle la culpa a otro que mirar en nuestro interior”.
Infancia infeliz
Sobre su infancia, Darín recuerda que no fue especialmente feliz, “fui un niño-actor que están sujetos a estructuras muy férreas que no son las más apropiadas para un niño”. A ello se unió la situación que vivió en su casa “con mis padres que se querían mucho, pero no se llevaban bien, los dos eran actores y la inestabilidad económica nos afectó”.
Burlarse de la fama
El actor añade sobre la fama que “gracias a mi mujer que tiene un gran sentido del humor, nos hemos burlado mucho de Ricardo Darín, lo hemos tomado como una receta para convivir con el monstruito dentro de la casa y que no nos afectara tanto”.