María encargó hace 8 meses a una empresa que había visto en una publicidad en la calle que le hiciera la reforma del piso que acababa de comprar en la zona de Cuatro Caminos. Pagó como adelanto por la reforma de su piso 10.000 euros. A lo que sumó, a los pocos días, un nuevo pago de otros 10.000 euros. Pero muy pronto se dio cuenta de que los albañiles no hacían su trabajo con profesionalidad.
Los obreros tocaron el pilar del edificio y ni lo apuntalaron. Tuvieron que venir los bomberos. Los albañiles, en ese momento, desaparecieron y no volvieron. Tras presentar una denuncia ante la Policía, le comunicaron que estos supuestos albañiles ya habían cometido con anterioridad otras estafas.
María ahora se enfrenta al pago de la hipoteca de la vivienda, sin dinero para terminarla, y al pago del alquiler del piso donde vive.
A ello se suma, el enfrentamiento que tiene con los vecinos de su edificio por los daños causados.