"Este restaurante ha sido mi vida", cierra Casa Toribio, el templo del rabo de toro en Madrid

Ha sido el templo del rabo de toro en Madrid, en sus calderos, la carne de las reses que se lidiaban en la Monumental de las Ventas. Un punto obligado de paso para propios y visitantes. Pero ya, Casa Toribio, ha echado el cierre.

Hay más restaurantes cerca de la Plaza de las Ventas, pero Casa Toribio es una auténtica institución de la gastronomía madrileña. Ahora cierra por un motivo: la jubilación de Toribio, que después de 28 años, se corta la coleta.

Por un lado no le da pena jubilarse, cuenta Toribio pero, por otro, no puede evitar emocionarse en la despedida: “Ayer me emocioné aquí en la cocina”

“Aquí es donde mejor como”, le decían los últimos clientes a Toribio. Los arcones frigoríficos y neveras del restaurante ya están prácticamente vacías, sus fogones apagados. “Yo ahora voy a vivir la vida”, dice, y se lo merece después de toda una vida dedicada al trabajo. Toribio abrió su primer negocio en el año 1976 y desde entonces no ha parado “este restaurante ha sido mi vida”.

También ha sabido disfrutar de su trabajo: "he disfrutado de mi profesión, yo no he tenido nada malo en la hostelería”