Estos son los puntos clave que se revisan en la Inspección Técnica de Edificios

El reciente e impactante derrumbe de un edificio en Teruel ha puesto en valor la importancia de la Inspección Técnica de Edificios. En Madrid la primera IT es obligatoria a los 30 años de vida del edificio y cada 10 años a partir de esa fecha.

Se revisan, sobre todo, los elementos estructurales, explica a Telemadrid Fernando Landecho, del Colegio de Arquitectos de Madrid, "vigas, pilares, ver si hay síntomas de grietas y fisuras". También se revisan los patios y se revisa el "estado de conservación de todos los huecos "porque si están rajados pueden provocar desprendimientos".

También se revisa que no haya manchas de humedad y cómo afectan a las estructuras, así como las cubiertas. Landecho destaca la importancia de cuidar bien los edificios, "cuanto más lo cuidemos, envejecerán mas lentamente y gastaremos menos dinero, es puro sentido común".

El Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM) ha puesto en marcha la campaña “arquitecto de la casa" con el objetivo de impulsar la figura de este técnico como la persona más adecuada para la conservación, mantenimiento y rehabilitación de los edificios. Se trata de tener un arquitecto de "referencia con nosotros y nos acompaña en la vida de nuestro edificio".

Un profesional que "vele por nuestro edificio" y que se encargue de registrar todo el historial de reformas y actuaciones, "lleva toda la documentación del edificio y lo visita periódicamente, sobre todo cada vez que hay una obra". Es un profesional "que conoce perfectamente nuestro edificio y se anticipa a los problemas y nos evita muchos disgustos"

Este profesional vela por la mejora del aislamiento de las fachadas, las cubiertas y ventanas, la sustitución de calderas, eliminación de materiales tóxicos, instalación de ascensores, mejora de las zonas comunes y mantenimiento de las instalaciones limpias y en buen estado.

Con la contratación de sus servicios, las comunidades de propietarios pueden ahorrar en derramas innecesarias ya que, al ocuparse de forma continuada de la conservación, puede anticiparse a los problemas y minimizar el impacto en las cuentas comunitarias. También hace que la revisión de la ITE sea más sencilla porque conoce el edificio, dispone de los documentos técnicos y se encarga de gestionar todo el proceso.