"Fue una hora y cuarto de tortura": la pesadilla del empresario asaltado en su casa de Torrelodones
Kuru Villacieros, expiloto de coches y dueño de varios negocios, recuerda en Telemadrid la noche de terror sufrida cuando tres ladrones entraron en su vivienda para apalizarle y robarle
"Me dijeron que si no aparecía el dinero me matarían", recuerda la víctima, quien fue operado de urgencia en un ojo
"Temo por el ojo. Me operaron de urgencia porque tenía el globo ocular reventado", lamenta Kuru Villacieros, el empresario asaltado y apalizado en su casa de Torrelodones.
"Fue una hora y cuarto de tortura", añade. "Se ensañaron con él", apunta su hijo Miguel.
Con medio rostro vendado, tras pasar por el hospital, nos abre las puertas de su vivienda, en la urbanización Los Peñascales de Torrelodones. Allí está junto a su familia y su perra Kira, reponiéndose del susto y de las heridas sufridas. "Eran muy violentos", dice.
Tres encapuchados entraron en su casa en torno a las 20,30 horas, mientras Kuru, un expiloto de automovilismo y dueño de varios negocios en la zona, preparaba la cena. "Abrí la puerta de la cocina para que saliera la perra al jardín y entonces entraron los asaltantes", recuerda. "Nos tenían muy vigilados", sospecha Miguel.
"Portaban cada uno de ellos una pistola eléctrica y me obligaron a tumbarme en el suelo. Lo primero que hicieron fue quitarme el reloj", señala el empresario.
"Me ataron de pies y manos, me amordazaron y me preguntaron dónde estaba la caja fuerte. Les dije que no tenía, y acto seguido me aplicaron una descarga eléctrica en la espalda. Me lo preguntaron varias veces y volvieron a repetir las descargas, dándome patadas a la vez".
"Metí la mano en el bolsillo y les ofrecí unos 200 ó 300 euros que llevaba encima y me dijeron: ¿te crees que venimos aquí solo por eso?", recuerda.
Amenazas de muerte
El peor momento fue cuando Kuru intentó zafarse de sus ataduras mientras los ladrones registraban la casa. "Me pillaron y me golpearon aún con más fuerza. Me llevaron a rastras hasta la bañera y allí me metieron dentro apuntándome con una pistola en la cabeza. Me dijeron que si no aparecía el dinero me matarían", exclama el agredido.
Kuru temía, sobre todo, por su mujer, que estaba a punto de llegar a casa. "Me dijeron que si venía mi mujer y no tenían el dinero la iban a matar", dice todavía impresionado.
Esta mañana, su esposa daba gracias por haber encontrado a Kuru con vida: "Cuando me llamaron, pensaba que le habían matado. Cuando le vía de pie me alegré muchísimo", exclama.
Al final, los asaltantes se llevaron dinero en metálico y una colección de relojes que guardaba la víctima. Sin embargo, la caja de relojes puede ser decisiva para dar con ellos, ya que uno de los ladrones se cortó con el cristal de esa urna, dejando un importante rastro de sangre en el suelo del dormitorio. A partir de ahí, las investigaciones policiales pueden dar pronto sus frutos, así como con el resto de huellas que podría haber.
La pesadilla terminó hora y cuarto después de su inicio. Kuru les ofreció las llaves de su coche, un Audi, para que se fueran los asaltantes, lo que así ocurrió. Aunque el vehículo lo abandonaron a pocos metros de la casa, donde tendrían el coche que emplearon en su huída.
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