La Policía Nacional, en coordinación con Europol, ha participado en una macrooperación contra la pornografía infantil en la que han sido detenidas 33 personas en once países, entre ellos España, donde se han practicado 17 arrestos de jóvenes que compartían material pedófilo en un chat de mensajería de móvil.
Según informa la Dirección General de la Policía, 14 de los 17 detenidos en España es menor de edad. Han sido arrestados en las provincias de Las Palmas (5); Madrid (3); Valladolid (2) y en Santa Cruz de Tenerife, Murcia, Valencia, Palencia, La Rioja, Cuenca y Salamanca, con una detención en cada provincia.
Además, cinco personas son investigadas en Madrid, y una en las provincias de Valencia, Guadalajara, Ciudad Real y Alicante. La edad media de los 26 detenidos de investigados es de tan sólo 22 años.
Los arrestados compartían material pedófilo junto a otros contenidos de violencia extrema, llegando a adjuntar emoticonos y otras animaciones junto a imágenes de abuso sexual a niños muy pequeños.
La mayor parte de los investigados tenía sus terminales de telefonía móvil a nombre de sus progenitores, por lo que ellos también fueron investigados previamente para descartar su implicación.
La Operación Chemosh, que ha durado 26 meses, ha sido llevada a cabo por la Unidad Central de Ciberdelincuencia de la Policía Nacional en colaboración con Interpol, EUROPOL y los cuerpos policiales de Costa Rica, Ecuador, Francia, Guatemala, India, Italia, Pakistán, Perú, Reino Unido y Siria.
Las investigaciones policiales comenzaron a raíz de una información procedente de la colaboración ciudadana recibida en el correo electrónico denuncias.pornografia.infantil@policia.es en la que se alertaba de la existencia de un grupo de WhatsApp, formado por menores de edad, en el que varios de sus participantes habían normalizado la existencia de la pedofilia y los abusos sexuales a otros menores.
En algunos de ellos participaban pedófilos extranjeros adultos que intercambiaban material de esta temática, lo que hacía más arduo el trabajo policial.
Según explica la Policía Nacional la Operación Chemosh se planteó desde un primer momento no sólo como un golpe contra la pornografía infantil en chats de habla hispana, sino como un intento de evitar que jóvenes españoles tuvieran contacto con material pedófilo o con personas peligrosas que pudieran tratar de pedirles material propio autogenerado.
Para tales objetivos, ha sido fundamental la colaboración entre España y los distintos países implicados, con la importante mediación de Interpol y EUROPOL.
En la isla de La Palma, los agentes detuvieron a un joven de 19 años que se había iniciado en el mundo de la pedofilia a través de cómics en los que aparecían menores de edad que sufrían abuso. A continuación, pasó a buscar activamente material sexual de menores de edad, si bien no solía ser un miembro activo de grupos de pedofilia ante el temor de ser detenido.
En la provincia de Ciudad Real, se encontraba uno de los más peligrosos de todos los investigados, un joven de 29 años que no sólo descargaba pornografía infantil de los chats investigados, sino que intentaba que otros usuarios de los grupos le dieran contactos de niñas menores de edad para acosarlas y obtener material. Fue arrestado tras contactar con un agente que se hizo pasar por un interesado en intercambiar contactos.
En Madrid se detuvo a tres personas, entre ellas un menor de 15 años que deseaba ser administrador de grupos de chat de pedofilia y para lo cual almacenaba gran cantidad de archivos que pudiera distribuir entre los componentes de dichos grupos. Otro de los detenidos, un adulto de 50 años, tenía discapacidad intelectual y frecuentaba grupos de chat de menores de edad.
En Palencia se detuvo a otro de los pocos varones adultos no adolescentes, un varón de 32 años que incitaba a otros miembros del grupo a realizar los hechos investigados mientras que él únicamente descargaba los archivos que otros compartían.
Otro de los detenidos es un joven búlgaro de 21 años que había huido de Italia y fue detenido en Salamanca en la vivienda de un familiar.
Respecto a las detenciones en el extranjero, se han realizado cuatro en Ecuador, dos en Costa Rica, Uruguay y Perú y una en India, Italia, Francia, Pakistán, Reino Unido y Siria.