Gritos, insultos y bragas en las puertas: el infierno vecinal que denuncia una mujer de Vallecas
Denuncia quince años de acoso vecinal en el barrio de Las Palomeras
Senayda lleva quince años viviendo una auténtica pesadilla vecinal, según ha denunciado ella misma en el programa Buenos días Madrid. Asegura que recibe de forma constante insultos, amenazas y que hasta llegó a sufrir una agresión física.
El conflicto lo tiene sobre todo con su vecina de enfrente. Senayda asegura que Teresa, que así se llama su vecina, la observa constantemente por la mirilla, y sale al rellano en cuando la ve para gritarle e insultarla. “Me llama palabras obscenas, de ‘p’ para arriba, me insulta, mira mi Facebook…".
Problemas también con las vecinas de arriba
Esta vecina, dice Senayda, se ha ‘aliado’ con otras dos vecinas muy jóvenes que viven desde hace año y medio en la planta superior del edificio. “Ahora se ha unido a sus vecinas de arriba. Alguien colgó unas bragas en la puerta de las vecinas de arriba y vinieron a amenazarme a mí”.
Tal es su situación que esta semana Senayda ha puesto una denuncia en el juzgado de guardia de Plaza de Castilla por acoso, xenofobia y racismo contra las tres. Afirma que los insultos son constantes y que en una ocasión en el mes de enero) llegó a sufrir una agresión física de la que se defendió agrediendo a una de las vecinas de arriba y que casi acaba con ella en la cárcel porque el vídeo que mostraron a la Policía solo se veía su agresión.
Senayda dice que ya ha llamado varias veces a la policía, al menos 11 veces, por el ruido que las vecinas de arriba hacen constantemente. Una de ellas, Ainhoa, ha hablado en directo en Buenos días Madrid para defenderse:
“Esta señora tiene problemas con todos los vecinos”. “Nos echa la culpa de todo: que si hacemos fiestas, que si hacemos ruido. Si hay ruido, será por los gatos, porque tengo gatos pequeños. También nos llama ‘boyeras de mierda’ y okupas, y yo pago mi alquiler. Dice que si no trabajo, cuando yo me levanto a las 5:30 de la mañana para ir a trabajar”. “No deja en paz a nadie, viene a molestar a todo el mundo. Nos llama a las dos de la mañana al telefonillo, también a las cinco de la mañana, con tonterías…”.
Senayda insiste en culpar a su vecina de enfrente, a quien además culpa de insultar a su hijo llamándole "maricón". “Cada vez que mi hijo sale a la calle, mi vecina le llama ‘maricón’”.
El pasado fin de semana tuvo problemas tanto con ella como con las vecinas de arriba. Está convencida de que la vecina de enfrente puso unas bragas en la puerta de las vecinas de arriba para que creyeran que había sido ella y ahora le amenazan con llenar su puerta de excrementos de perros.
Asegura que ya no puede más, que lleva aguantando 15 años esta situación, que no puede dormir bien. Ahora teme las represalias que pueda sufrir tanto ella como su hijo por parte de alguna de sus vecinas porque le han amenazado también con enviarle unos gitanos para sacarla de allí. “Lo único que pido es que alguna institución contra la xenofobia o el racismo me ayude”, termina diciendo.
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