Guadalix de la Sierra recuerda el centenario del nacimiento de Berlanga
El ayuntamiento es la sede del famoso balcón donde se rodó ‘Bienvenido Mister Marshall’ en el año 53
Chencho tiene 86 años y participó en el rodaje
Este sábado se celebra el centenario del nacimiento del director de cine Luis García Berlanga que mantuvo una estrecha relación con Guadalix de la Sierra durante y después del rodaje de ‘Bienvenido Mister Marshall’ en el año 53.
Chencho, de nombre real Crescencio aunque nadie lo sabe en el pueblo, tiene 86 años, y es uno de los tres vecinos del municipio que participaron en el rodaje y que todavía están vivos.
Chencho es el que pedía la bicicleta en la escena en la que todos los vecinos piden un regalo al alcalde y a las personas encargadas de recibir al Comité del Plan Marshall.
Eso sí, la bicicleta la quería con timbre. Recuerda que tenía 17 años en el año 53.
“No me lo creía, si por entonces no teníamos ni televisión ni nada”.
Cobraba 35 pesetas
Recuerda que cobró unas 35 pesetas gracias a la subida, “porque aquí se cobraba más recogiendo patatas”.
Estaba presente en el discurso mítico de Pepe Isbert en el balcón del ayuntamiento. “Estaban todos disfrazados de andaluces con el sombrero y recuerdo que el alcalde se confundió con su explicación”.
Anécdotas de la filmación
También salía en otras escenas, en el baile y cantando por la calle. Recuerda la anécdota de que en las escenas de los regalos una de las protagonistas le dice a otro que “es el chico de la Engracia” pero en ese momento dijo que su madre no se llamaba así, dijo su nombre real, y tuvieron que interrumpir la grabación entre las risas del resto de actores.
Los recuerdos que tiene de ese rodaje son muy buenos porque para él todos los días eran fiesta en un pueblo en el que no había pasado nunca nada, como en Villar del Río, el pueblo de la película.
Un mes de rodaje
Señala que el rodaje duró al menos un mes, y que Manolo Morán y algún otro de los actores se fueron a vivir allí. Dice que eran todos como una familia.
Recuerda perfectamente a Lola Sevilla, otra de las protagonistas, que para él era una niña aunque cree que tenía unos 19 años, muy guapa y muy simpática, dice.
Afirma que su madre no la dejaba sola y que era como una sargento.
De Berlanga señala que era un buen hombre y que en una ocasión que volvió al pueblo pasados los años le dio un fuerte abrazo porque se acordaba de él en la escena de la bicicleta.
Le preguntó si se la habían regalado y le dijo que al final se la tuvo que comprar su padre “a letras”, dice. Afirma que Berlanga parecía uno más del pueblo.
El legado
El legado que Luis García Berlanga depositó en la Caja de las Letras en 2008 se desvelará este jueves cuando se abra la caja de seguridad en la que se encuentra, en la sede del Instituto Cervantes de Madrid, dos días antes de que se cumplan cien años del nacimiento del cineasta.
El 27 mayo de 2008, García Berlanga (Valencia, 12 de junio de 1921-Madrid, 13 de noviembre de 2010) depositó en la caja fuerte 1.034 de la antigua cámara acorazada del Banco Central, convertida por el Instituto Cervantes en la Caja de las Letras ese mismo año, un sobre cerrado cuyo contenido decidió que no se desvelara hasta este mes de junio de 2021.
Aunque García Berlanga no quiso dar a conocer el contenido de este legado en lo que fue una de sus últimas apariciones en público, su hijo Jorge Berlanga especuló entonces con que podría tratarse de "un guión, unas memorias o un mensaje demoledor a la humanidad".
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