Vídeo: REDACCIÓN | Foto:Telemadrid
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Con el buen tiempo es muy habitual encontrar músicos ambulantes tocando en las terrazas de los negocios de hostelería de Madrid.

Cantan y tocan sus instrumentos en un intento de hacer más agradable la velada a los clientes y ganarse unos euros. El problema surge con los vecinos de la zona.

En la Plaza de Olavide, por ejemplo, los vecinos se quejan del ruido, de que tocan alto o que los clientes se animan a cantar con los músicos. Es frecuente que llamen a la policía y que les reprochen a los hosteleros sus problemas para descansar.

Músicos callejeros se concentran en la calle para pedir tocar con altavoz

Esta situación ha creado un problema añadido para los bares de la zona. A los hosteleros no les molestan los músicos, pero sí reconocen que les está perjudicando indirectamente porque afecta a su convivencia con los vecinos.

Una nueva ordenanza prohíbe el uso de amplificadores a los artistas callejeros

Entienden que tienen que ganarse la vida, pero... ¿cómo conciliar con los vecinos del entorno?