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"Historia de un vasco". Así se titula el valiente libro del cineasta y escritor Iñaki Arteta que este miércoles está con nosotros en Buenos Días Madrid. Se trata de un libro de memorias donde, entre otras cosas, recuerda a golpe de verdad la dictadura del terror que durante años impuso ETA en el País Vasco.

“Es un libro autobiográfico que recoge mi infancia, mi juventud vinculada al nacionalismo, mi familia era nacionalista y me quito esa cultura para pasarme al otro lado, por decirlo así, a reivindicar la memoria de las víctimas y a denunciar el terrorismo”, señala.

“Es mi experiencia personal, aunque de ella se pueden extraer unas consecuencias interesantes para el presente. De alguna manera el silencio que se generó en torno al terrorismo durante tanto tiempo en la sociedad vasca sigue siendo la constante en el presente”, afirma.

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Arteta, autor también de 'Contra la impunidad', un documental sobre los casos sin resolver de la banda terrorista ETA, describe el sufrimiento de las víctimas por ese silencio y la equidistancia, y quiere dejar claro quiénes son los verdugos y las víctimas.

Amparado por el nacionalismo

“Es llamativo esos cuestionamientos que hay todavía cuando tienen que ver con el terrorismo de ETA. El terrorismo, que está amparado por el nacionalismo parece que genera dudas sobre si ha habido víctimas inocentes o tenían algo que ocultar, o se merecían un castigo… “, dice.

“Y también con respecto a los victimarios –añade- hay gente ahora mismo a quienes se les perdona con una facilidad pasmosa, como alguien que hizo mal, pero hace mucho y tenemos que inventarnos una vida con ellos y eso tiene que ver con el componente ideológico que ha tenido el terrorismo vasco y su apoyo social del nacionalismo vasco”.

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Sobre que Bildu esté ahora en las instituciones y apoyando al Gobierno de España dice que “ni en la peor pesadilla podíamos imaginar este final en el que hay un blanqueamiento, una especie de consenso en no culparles por lo que han hecho o lo que estuvo protegiendo el brazo político de ETA. A mí me supera, no me parece sano ni para los vascos ni para la democracia española”.

A su juicio Bildu “pasó un control dudoso para su legalización” y hay un porcentaje de vascos que lo siguen apoyando. “La prensa les presta demasiada atención y eso es lo que les da una segunda vida sin pasar por el reconocimiento de lo que han hecho”.

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