Julio García: “De cada diez pacientes con covid, no detectamos a dos con los PCR”

En pleno debate sobre la realización de test de antígenos en farmacias, Fernando Simón advierte que pueden ser útiles, pero si se realizan de la forma correcta. La falta de control puede llevar a errores de interpretación.

Julio García es el portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica.

Les preocupa mucho los test que se puedan vender por internet o en las farmacias para hacérselas en casa.

Afirma que no se los haría. Además es muy probable que la información que arrojen dichos test se pierda porque debería ser valorada por un profesional.

Señala que durante la primera ola de la pandemia analizaron muchos tipos de test y de la fiabilidad que decían tener a la que realmente tenían había un abismo. Hay que someterlos a muchas evaluaciones externas.

“Es un peligro hacerse autodiagnósticos y además es una estafa” asegura Julio.

Escepticismo con los test caseros

A priori es muy escéptico y muestra desconfianza hacia todos estos test caseros porque no estamos hablando de un catarro sino de una enfermedad que puede tener repercusiones muy graves. Advierte que este tipo de pruebas autodiagnósticas son una locura.

Dice Julio García que ni siquiera una PCR negativa no descarta en absoluto tener el coronavirus.

“Estos tests no tienen una sensibilidad del cien por cien. Hasta en la mejor de las situaciones, su sensibilidad no sube del 80 %. Con estos tests, de cada diez pacientes con covid, no detectamos a dos. Y esto no debería separarse del ámbito sanitario” asegura Julio.

“Ahora sabemos cuál es la incidencia en la comunidad de Madrid. Si esto se liberaliza, no sabremos el número real de infectados”.

Con este tipo de pruebas no te puedes confiar, porque puedes dar negativo porque todavía no has desarrollado los síntomas y al día siguiente dar positivo y mientras tanto puedes haber estado con muchísima gente.

Además, las personas que den positivo pueden perder su trabajo si no van a trabajar. A pesar de que la COVID es una enfermedad de notificación obligada se deja en ellos la responsabilidad.