La explosión de un transformador deja sin luz a comerciantes y vecinos del centro de Madrid
Los restaurantes afectados han tenido que cerrar y anular todas las reservas en días de lleno total por las comidas y cenas de Navidad
Grandes camiones generadores intentan dar suministro a primera hora de este viernes a los locales y viviendas aún afectadas
Apagón en pleno centro de Madrid. La explosión de un transformador en la plaza del Conde de Barajas ha dejado sin luz un buen número de negocios y vecinos del distrito Centro. A estas horas algunos continúan sin suministro eléctrico.
Los restaurantes afectados han tenido que cerrar y anular todas las reservas en días de lleno total por las comidas y cenas de Navidad. Miles de euros en genero se han perdido.
La avería se ha registrado sobre las 11:00 de la mañana del jueves y la corriente ha regresado 4 horas después a una zona del barrio. A estas horas continúan sin suministro en eléctrico en otra zona y afecta a numerosas empresas y viviendas, como por ejemplo el Mercado de San Miguel. Incluso los semáforos no funcionaban en los primeros momentos.
Grandes camiones generadores intentan dar suministro a primera hora de este viernes a los locales y viviendas aún afectadas.
Jesús es el propietario de un restaurante que se ha visto obligado a suspender todas las reservas de este jueves por el apagón y mandar a sus 7 trabajadores a casa. "Este jueves teníamos cenas para 52 personas y las tuvimos que cancelar", nos cuenta.
Naturgy no sabe decirle cuándo recuperará la luz, mientras aumenta el temor a perder todo el género fresco que conserva en las cámaras. "Naturgy solo me ha dicho que les mande un correo, nada más", explica Jesús.
No sabe si este viernes, uno de los días con más negocio del año, podrá abrir. "He llegado y la campana extractora no funciona todavía y no sé cómo están las cámaras frigoríficas con todo el género dentro", se lamenta.
Lo dice cuando para hoy tiene el local al completo de reservas. "Nadie me ha dado una explicación", concluye.
Cocinando con velas
David, de otro negocio hostelero, tiene que preparar el cocido de hoy para unas 50 personas a la luz de las velas y del móvil. "El secreto es que lo cocino con carbón", explica. "Estoy muy preocupado", añade, "pero de esta saldremos seguro". Como él, varios hosteleros lamentan que este tipo de situaciones "no es la primera vez que ocurre". Y ha sucedido, esta vez, en el peor momento posible para ellos.
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