La guerra entre Rusia y Ucrania nos deja sin cañas
La subida de los precios de la electricidad provoca escasez en la producción del CO2
Sin este gas no se pueden tirar cervezas ni aturdir animales en los mataderos
Otro de los efectos de la guerra en Ucrania y la subida de los precios de la electricidad: escasez de CO2. Un gas necesario para poder tirar las cervezas de barril en los bares, pero también para otros usos en el sector alimentario y la industria.
Dicen en la empresa mostoleña Concavi que se han triplicado los costes de producción, que otros ya han cerrado y que ellos están aguantando cubriendo costes.
De plantas como esta salen las botellas que se suministran a la hostelería y otros establecimientos de la cadena alimentaria. El CO2 almacenado en grandes tanques ha de ser inyectado a presión en las bombonas y ese proceso requiere del empleo de energía eléctrica.
Pero no solo se usa el 'carbónico' para dar presión a los barriles de cerveza. También en otro tipo de bebidas no alcohólicas, en la conservación de alimentos a muy baja temperatura e incluso en los mataderos, al ser uno de los métodos de aturdimiento antes del sacrificio animal.
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