Dejó sus datos y documentos para financiar la compra de un coche, al final decidió echarse atrás pero empezó su pesadilla. Su identidad ha sido usurpada para contratar créditos, hacer compras a plazos.. ha acabado en una lista de morosos y demandada por acreedores. Un estafa en cadena que se ha convertido en una maraña legal.
La historia de Ana le puede ocurrir a cualquiera. Ella quiso comprarse un coche y para ello inició los trámites en el concesionario, aportando toda la documentación que le pidieron. Pero Ana, en el último momento decidió que no iban a realiza la compra y se echó atrás. Ahí empezó su pesadilla.
Desde ese momento, alguien empezó a abrir cuentas online a su nombre, en total tres cuentas en tres entidades diferentes asociadas a tras tarjetas de crédito. Con estas tarjetas se han comprado objetos valiosos como una televisión por 6.000 euros que no fueron pagados. El resultado es que Ana ha sido incluida en el registro de morosos por impagos que no son suyos.
Ana tuvo conocimiento de que había sufrido un robo de identidad cuando la llegó una carta de CETELEM exigiéndole el pago de una bicicleta que, supuestamente había adquirido. La bicicleta había sido comprada a plazos, por un importe total de unos mil euros.
También se han puesto en contacto con ella de otras empresas de microcréditos que la reclaman el pago de los mismos