Es la pesadilla que están viviendo Carolina y otras 10 familias afectadas que compraron sobre plano sus viviendas en el distrito de Latina. Viviendas sin licencia de ocupación que, a raíz de la pandemia, los constructores pueden entregar solo con una declaración responsable. Se las entregaron en noviembre pasado. Pero al habitarla Carolina se dio cuenta de que su casa tenían irregularidades. Buenos Días Madrid ha estado con ella.
Pagó 350.000 euros por un piso de 106 m2, pero a la vivienda le faltan 20 metros según el informe de una tasadora independiente.
El garaje también presenta problemas, cada maniobra para aparcar es una tortura, y además tiene filtraciones de agua.
A la entrega, los 11 vecinos de la finca firmaron las escrituras y dieron de alta los suministros, pero ya en la vivienda encontró numerosas irregularidades.
En la habitación, por ejemplo, ni tan siquiera le coge una mesilla; en el baño no puede instalar una mampara porque tropieza con la ventana y hay filtraciones de agua por una bajante de los garajes
Los técnicos del ayuntamiento visitaron la finca en marzo para conceder la licencia de primera ocupación. Han transcurrido tres meses y todavía no está disponible, cuando el plazo de concesión es de 15 días.
La ausencia de esta licencia les impide contratar un seguro de la finca o de las viviendas, por lo que están desprotegidos ante un incendio o cualquier otra incidencia.