Libros por un Tubo con Anna Grau vuelve al programa Buenos Días Madrid de Telemadrid con Marta Landín y esta vez llevamos no uno sino dos libros bajo el brazo.
Aparentemente son dos libros tan distintos entre sí como un huevo y una castaña. Pero las apariencias engañan. ¿Qué tienen en común los monjes tipo El nombre de la rosa, todo el día copiando manuscritos de la Edad Media, con un modernete gafapasta que cobra eso mismo, una pasta, por dibujar letras una por una y a mano?
Nos lo cuenta Iván Castro, autor de “Lettering a tope” (Larousse), un tratado en apariencia guay y ligero, pero en realidad muy profundo y lleno de calado, sobre por y para qué dibujar letras. ¿Os creíais que todo se hace dándole a una tecla sin mirar y que da lo mismo una letra que otra? Pues no. Y eso se sabe desde Carlomagno y desde el Imperio Romano.
Desde la más remota Antigüedad se han cambiado alfabetos enteros para afirmar quién manda dónde. ¿Será por eso que siempre se ha dicho que la letra, con sangre entra?
Hay quien a estas alturas todavía se resiste como gato panza arriba a los cantos de sirena del ordenador, hay quien a estas alturas todavía escribe novelas enteras a mano. Es el caso de Juan Manuel de Prada, a quien hemos arrinconado en el confesionario de un taxi.
Pero a veces la letra no sólo no entra con sangre sino que nos llena de luz. Y aquí nos volvemos a acercar a los monjes de El nombre de la rosa, a la mágica Edad Media y hasta a las aventuras de Indiana Jones buscando por todo el mundo el Santo Grial como compendio de todo lo maravilloso que da de sí el alma humana.
La medievalista Victoria Cirlot, hija del poeta barcelonés Juan Eduardo Cirlot, lleva toda la vida persiguiendo eso mismo, el Grial, no con sombrero y látigo sino con amor y erudición. En “Luces del grial” (Alpha Decay) nos acerca al inmenso poder oculto de viejas sabidurías casi olvidadas…Dios y los caballeros de la tabla redonda hacían lettering con renglones torcidos, quizá…