El Paseo del Prado, el Jardín de Buen Retiro y el conjunto arquitectónico, artístico y natural madrileño que lo rodea han pasado a engrosar la Lista de Patrimonio Mundial de la Unesco. Madrid hace realidad un sueño y lo ha celebrado con fuegos artificiales en el corazón de la capital para celebrar que el eje Prado-Retiro es desde este domingo Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Andrea Levy, delegada de Cultura del Ayuntamiento de Madrid, manifiesta a Buenos Días Madrid, su satisfacción por esta distinción que ha llenado de orgullo a los madrileños.
Interés turístico
“Éramos la única capital europea que no teníamos el sello de la UNESCO –manifiesta- y teníamos razones sobradas para tener este reconocimiento y además es la primera vez que lo consigue un paisaje urbano y esto es muy importante porque la candidatura, aparte de los valores universales, era la primera vez que se presentaba una candidatura de estas características, con el arbolado del Paseo del Prado y un jardín. Por lo tanto, es un doble mérito por parte de Madrid”.
Destaca Levy que este eje Paseo del Prado-Retiro “es muy transitado por los madrileños y va a suponer que en el resto del mundo suscite un interés adicional del que ya tenían por visitar Madrid”.
La delegada destaca la importancia de esta inclusión en el Patrimonio Mundial “y más en estos tiempos en los que necesitamos que el turismo internacional vuelva a nuestra capital, vuelva a encontrarse con todas las opciones que tenemos de cultura, de ocio, de gastronomía, de patrimonio. Con esta distinción vamos a poder hacer promoción con mucha más altura y calidad”.
Levy ha agradecido a los anteriores regidores del Ayuntamiento de Madrid el haber iniciado y continuado este proyecto y asegura que desde el Consistorio estarán vigilantes con este patrimonio para “quererlo difundirlo y disfrutarlo y ver lo maravilloso que es”.
La institución decidió la inclusión de la candidatura promovida bajo el nombre de ‘Paisaje de la Luz’ durante la cuadragésimo cuarta sesión del Comité del Patrimonio Mundial, que si bien tiene su sede en la ciudad suroriental china de Fuzhou, se celebra en su mayoría de manera virtual. España pasa así a tener 49 bienes inscritos en la Lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO.