Esperanza y mucha emoción se desprenden de las palabras de Lola Fernández Ochoa, hermana de Blanca. Los familiares de la esquiadora se han unido en la mañana de este lunes al dispositivo de búsqueda que agrupa a cientos de voluntarios, vecinos, amigos de Cercedilla y otras localidades.
Lola ha querido dar las gracias a todos y especialmente a los medios de comunicación por la atención y respeto mostrados hasta el momento. "Emocionados por las muestras de cariño, gracias por tratarla tan bien", comentaba emocionada.
Lola asegura no tener ningún dato suministrado por la policía. "Estamos todos, familia, amigos, sobrinos...todo el mundo está volcado y es muy emotivo", continúa Lola. La familia inicia una nueva jornada de búsqueda con "grandes esperanzas de encontrarla, aunque sea accidentada".
En la misma línea se ha expresado Adrián Federighi, cuñado de Blanca, que ejerce de portavoz de la familia. Después de mostrar el agradecimiento por el despliegue de los vecinos, ha mostrado un nivel de "preocupación alto", por la suerte que haya podido correr Blanca. "Son muchos días en la montaña, estamos muy preocupados", sostiene.
Se reanuda el operativo de búsqueda
Olivia, la hija de Blanca Fernández Ochoa denunció su desaparición el pasado 24 de agosto al advertir que había dejado el móvil en casa después de decir que se iba al norte a hacer senderismo unos días.Su coche fue hallado este domingo en el aparcamiento de Las Dehesas, donde se ha instalado un dispositivo con dos carpas para coordinar las labores de búsqueda, dirigidos por la Policía Nacional.Más de un centenar de agentes de la Guardia Civil, los grupos de rescate en altura (Gera), Protección Civil, Bomberos y Policía Local participan en el operativo de búsqueda, con el apoyo de cinco perros y tres helicópteros.
Un centenar de voluntarios han acudido tras el llamamiento policial a la colaboración para inspeccionar la zona. Es el caso de Miguel, de Fuenlabrada (Madrid), quien ha asegurado que están "impactados" por la noticia, aunque no conocía personalmente a Blanca. Otro grupo ha acudido desde Arroyomolinos (Madrid) para echar una mano: "Ojalá hoy haya suerte" afirmaba uno de estos voluntarios, que conoce bien la zona, y expresaba su preocupación porque "hay una zona muy escarpada, difícil, en Siete Picos".