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La incidencia de casos de coronavirus tampoco da tregua, aunque se reduce ligeramente en Madrid hasta los 999 casos por cada 1.00000 habitantes. Mientras la esperanza está puesta en las vacunas.

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No obstante, la vacuna de AstraZeneca es posible que se decida que no se va a administrar a los mayores de 65 años, tal y como propone Bruselas. Y sobre si es por razones de efectividad el virólogo José Antonio López Guerrero explica en Buenos Días Madrid que no parece ese el motivo.

Ensayos sin mayores

No es que no sea recomendable esta vacuna – dice López Guerrero- es que ajustándonos a los datos de los ensayos clínicos, porque además hay una cosa curiosa porque se equivocaron en los ensayos y vieron que media dosis era más efectiva que una dosis entera.. En fin, tuvieron ahí una serie de actitudes raras que ellos tampoco saben explicar y al final resulta que en el grupo de mayor eficacia no había mayores de 65 años. Por tanto, es más una cuestión protocolaria y no que se piense que no sea efectiva”.

Entra la rusa Sputnik

Cree López Guerrero que “mientras haya otras vacunas que sí hayan podido demostrar que son efectivas con mayores de 65 años, pues a lo mejor lo que se hace es tener distintas pautas de administración con diferentes vacunas. Y ojo que ya está a las puertas la rusa Sputnik con buenos resultados recientemente publicados”

En cuanto a la situación actual de la pandemia, López Guerrero señala que “lo venimos advirtiendo desde la segunda ola que teníamos que poner medidas contundentes, confinamientos selectivos, pero no se hizo caso. No superamos la segunda ola y ahora estamos en esta tesitura, además con el agravante de nuevas variantes más contagiosas”.

Mensajes de esperanza y no de triunfalismo

“Pagamos ahora lo que pasó en navidades y la Semana Santa coincidirá con un repunte –señala- hay que dar mensajes de esperanza desde las administraciones, lo necesitamos tras una cuarentena larga, pero hay que tener cuidado en no dar mensajes de triunfalismo como vamos a salvar el verano o la Navidad”.

“Eso puede crear la sensación de que ya se ha vencido el virus, de que ya está la vacuna aquí y ya nos podemos relajar y al final se paga con más contagios y fallecidos. Estamos en una tasa de fallecimientos próxima a los picos de marzo y abril”, añade.