Los agricultores de Villaconejos se quedan sin agua: La cosecha de melón y calabaza amenazada
La Confederación Hidrográfica del Tajo les ha cortado el suministro de agua para el riego de sus cultivos en el tiempo de siembra de las semillas
Con un mes de abril que va a ser el más seco desde hace 59 años los agricultores de Villaconejos están, literalmente, asfixiados. A la sequía se une el problema de que la Confederación Hidrográfica del Tajo les ha cortado el suministro de agua para el riego de sus cultivos. Dicen que ya han consumido el caudal que tenían asignado.
Lo cierto es que ahora es época de siembra de semillas de melón y calabaza y los agricultores no saben qué plantar dependiendo de si disponen de más o menos agua, tras el corte del agua de riego del que se abastece el canal de Cola Alta.
En declaraciones a Telemadrid, José Carlos Velasco, presidente de la asociación de agricultores de Villaconejos, denuncia que hace ochos días cuando se preparaban para sembrar las semillas "nos encontramos con el canal seco" sin recibir explicaciones por parte de la Conferencia Hidrográfica del Tajo.
Las razones "extraoficiales" que reciben es que el agua que les corresponden del mes de abril ya ha sido consumida. Se queja, no obstante, desconocer cual es el caudal de agua que les correspondía y que dicen ya han consumido los agricultores.
Denuncia el mal estado en que se encuentran las infraestructuras del canal de riego, lo que provoca que se haya perdido "el 90% del agua que hayan echado en la boca del canal" y que "no han consumido". "Las tienen destrozadas", dice.
Ante esta situación, alertan que "sin agua no podemos plantar", por lo que las plantas del invernadero que ya están preparadas para replantar en los terrenos se perderán y tendrán que dárselas a las ovejas.
La preparación de los terrenos ha requerido una inversión de unos 4000 o 5000 euros hectárea. Una inversión que se echa a perder ya que las plantas en el invernadero se perderán y ya no podrán "si llega el agua algún día" plantar una nueva.
El sentimiento entre los agricultores es de indignación y preocupación: "Es una sinvergüencería".
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