20 jóvenes mexicanos llegaban a España para formarse como artistas junto a la compañía de Malinche. Su objetivo era hacer sus prácticas para después poder desarrollar también el espectáculo en México.
Esto ha terminado con la detención del productor teatral Nacho Cano por la presunta contratación ilegal de inmigrantes en su espectáculo musical 'Malinche. Una de las personas becadas por la compañía denunció a la producción del espectáculo por explotación.
Esta denuncia habría provocado la actuación de la policía que, según el productor habrían coaccionado a los muchachos. Ellos, los becarios, se han querellado con la Policía Nacional por presuntas coacciones durante la investigación.
'Buenos días' ha podido hablar con ellos en directo y nos han contado cómo han vivido este proceso que comenzó como una inspección de trabajo, pero que acababa con ellos en comisaría prestando declaración durante diez horas.
Lucía y Alan son dos de esos jóvenes que forman parte de esa beca de formación de Malinche. Lucía asegura que se sintieron indefensos "lo que pasó no era algo que nosotros tuviéramos la voluntad de hacer".
Recalca "el hecho de que nos llevaran con mentiras como para para disfrazarlo de otra situación a la que realmente nos querían encaminar" para ella " es algo que no es normal". Y añade "no se permitió ni siquiera que entrara un abogado con nosotros".
Alan hace referencia a cómo durante esas horas de interrogatorio les dieron a entender los habían investigado "tenemos compañeras de que asistían a a clases de nada de natación" explica "en el momento en que nosotros llegamos ahí nos hicieron sentir intimidados".
Un interrogatorio que se extendió durante 10 horas durante el cual ambos jóvenes afirman que no les dieron acceso a nada de comer y que incluso les amenazaron con deportarles si no colaboraban, aunque luego conste que ellos fueron voluntariamente. "En ningún momento se nos explicó que ese era lo que estábamos firmando hasta terminar", afirman.
Insisten en que ellos en "en todo momento esto ha sido una completa formación artística" y que incluso ahora siguen atendiendo a clase "una vez que nosotros terminamos la clase, regresamos a casa y descansamos".
Aseguran que "si nosotros nos dedicamos a al espectáculo y al show" es lógico que participar en el espectáculo forme parte de las prácticas, " la única manera de darnos cuenta de cómo funciona realmente todo esto es viviéndolo dentro del escenario y no le estamos quitando su lugar a nadie".